Participación ciudadana en tiempos de COVID 19

El Perú ha empezado una nueva etapa en la lucha contra un enemigo invisible, lo cual ha ocasionado mucha zozobra en muchas familias. Si bien se han establecido medidas de aislamiento social obligatorio e inmovilización ciudadana para contener el avance de la curva epidemiológica de personas infectadas a nivel nacional, no ha sido suficiente para frenar la proliferación masiva del COVID 19.

Todo inició el 6 de marzo cuando se registró el primer caso de COVID 19, desde aquel entonces se ha ido proliferando los contagios masivamente. Es por ello, que no podemos bajar la guardia, reforzar la distancia social y lavarse las manos constantemente, es vital.

La situación se ha visto más empeorada últimamente, hoy por hoy, se encuentran colapsados los hospitales, personal de salud contagiadas y fallecidas, así como los policías; y muchas personas vulnerables como son los adultos mayores y personas con discapacidad. Todas estas situaciones han traído consigo mucho sufrimiento y desolación en las familias peruanas, asimismo hemos visto que este virus causante de la enfermedad, SARS-CoV-2, no distingue raza, colores, religiones, altos cargos, etc. Pues se trata de un nuevo virus producto de una mutación proveniente del SARS-CoV, lo cual inició como epidemia en Wuhan y ahora se globalizó originando una pandemia que agrava más la situación en las personas, pues es una calamidad que aún no tiene una respuesta alentadora como es una cura ante esta situación.

En medio de toda esta zozobra, demoledoras imágenes que llegan desde exterior y una incertidumbre por la paralización de la economía, hemos visto a pesar de ello que no ha sido un obstáculo para que se siga dando la participación ciudadana, donde ahora se necesita más. Ejemplos de ello son las personas altruistas que se solidarizan con el pueblo peruano, familias que hacen olla común para dar comida a su gente de la comunidad o reparten alimentos para las personas más necesitadas, empresas se suman al reparto de agua y alimentos de primera necesidad en los asentamientos humanos. Asimismo hemos visto al tercer sector, quien a través de los voluntariados o de las ONG, se han sumado para ayudar a muchas personas pobres en el Perú, llevándoles alimentos para que puedan saciar su hambre.

Estos hechos mencionados quiero destacar el liderazgo, solidaridad y la empatía, que son valores que siempre deberían guiar a nuestra sociedad en construcción. Pues la empatía es un sentimiento y la solidaridad es una acción que nace de esa emoción. Entonces cuando uno siente empatía te nace la solidaridad que se vuelve en acción y esa ayuda en acción es la solidaridad. Así también el liderazgo que ha influido en la manera de pensar o de actuar de las personas, motivándolos a realizar tareas solidarias.

Finalmente es importante que no olvidemos lo que estamos viviendo, mantengamos eso en la memoria, pues es importante la participación ciudadana en todo momento, no solo en situaciones como estas, sino en cada momento para así crecer como país.