México dejará de recibir 100,000 turistas chinos este año por el coronavirus

Aunque la industria ya contemplaba una caída de casi 50,000 viajeros de China para 2020, el brote ha provocado que la cifra se duplique, según estimaciones de Fematur.
Tanto la industria como la Secretaría de Turismo anticipaban una reducción de casi 50,000 turistas de China por la falta de conectividad aérea antes del brote del coronavirus.

La pandemia de neumonía por coronavirus le costará al turismo mexicano una reducción de hasta 100,000 turistas chinos durante 2020, una caída que duplica la contracción que la industria –e incluso el gobierno– esperaba para este año de 48,000 viajeros y que se traduciría en una disminución de 60% respecto a los 167,145 visitantes que el país captó durante 2019.

Jorge Hernández Delgado, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur), explica que el mercado de turistas chinos ya venía a la baja, afectado principalmente por la falta de conectividad aérea derivada del cierre de rutas de aerolíneas como Aeroméxico, Hainan Airlines y China Southern Airlines, lo que rompería con una racha de crecimiento que prácticamente se mantiene desde 2012.

“Ha sido un mercado muy castigado. Costará trabajo volverlo a levantar, ya que la gente es muy sensible cuando el problema es de salud”, explica Hernández Delgado.

César Ramírez, socio líder de Hotelería y Turismo de la consultora KPMG en México, vio esta caída como algo factible, dado que no hay señales de que el coronavirus pueda contenerse en el corto plazo. “Ahora lo más grave es el coronavirus, sumado a los vuelos, que son realmente pocos”, enfatiza.

A pesar de estas perspectivas, durante enero la entrada de visitantes de nacionalidad china no se desplomó, e incluso creció, explica Francisco Madrid, director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) de la Universidad Anáhuac, lo que habla de su intención de seguir visitando el país a pesar de que los pasajeros aéreos disminuyeron en casi 90% en el mismo periodo por la menor oferta de vuelos.

“De alguna manera esos pasajeros llegaron a México. Lo que se presenta tiene que ver con la cancelación de los vuelos, y aparentemente los pasajeros buscan una alternativa por otras rutas”, considera el especialista.

Aunque el académico se mostró cauto respecto a cómo el coronavirus podría afectar al sector turístico, refirió que el brote de SARS en 2003 puede servir como referencia. “En aquél momento la llegada de turistas a Asia cayó 9%, y el mundo en su conjunto sufrió la segunda caída más fuerte de turistas internacionales desde la Segunda Guerra Mundial, y se ubicó después sólo por detrás de la recesión de 2008 y 2009”.

Sin embargo, hay diferencias significativas entre ambos brotes para la industria turística, como una expansión más globalizada por parte del coronavirus y una veloz propagación, que se suma al tema mediático.

“En 2003 no había redes sociales, por ejemplo, entonces esta comunicación me parece que ayudará a crear una suerte de psicosis, en la que tendremos que lidiar tanto con el fondo, que es grave, como con una enorme parte psicológica de parte de las personas de cara al virus”, dice Madrid.

Diversificarse, ¿una alternativa?

Ante la prácticamente inevitable caída de turistas del país asiático, Hernández Delgado señala que la industria ya trabaja para atraer viajeros de otros mercados, principalmente dentro de la región latinoamericana, donde ya se gestionan iniciativas que detonen una mayor captación, como el levantamiento de visas.

“Se está insistiendo en que se pueda quitar como sucedió con Brasil y Colombia, con lo cual se incrementó de forma importante el turismo entre ambos países, y además impulsaremos más al mercado nacional (…) Se está trabajando con Ecuador principalmente, se han llevado a cabo algunas pláticas y parece que va bien”, apuntó el presidente de la Fematur.

Sin embargo, fiarse de un mayor flujo regional podría ser insuficiente en términos de captación de divisas, debido a que los turistas asiáticos están entre los que más desembolsan en sus viajes a nivel mundial, puntualiza Ramírez, de KPMG.

“Cada turista aporta hasta 43,000 pesos en promedio, que puede ser muy distante de lo que gasta un tuista latinoamericano”, por lo que considera que podría ser más factible dándole mayor seguridad a los visitantes cuidando sus mayores puertas de entrada al país, como la Ciudad de México, Cancún y Tijuana.