‘Yo soy Betty, la fea’: ¿Por qué sigue siendo relevante esta telenovela?

La historia escrita por Fernando Gaitán todavía sigue siendo tendencia en plataformas streaming, incluso a poco más de dos décadas de su estreno.
Betty la fea el ícono que revolucionó el mundo de las telenovelas.
Betty la fea, el ícono que revolucionó el mundo de las telenovelas. Getty Images

De cuando en cuando, ‘Yo soy Betty, la fea’ se convierte en tendencia dentro de plataformas de streaming. Sí, a 21 años de su estreno, la telenovela colombiana escrita por Fernando Gaitán sigue cautivando a quienes ya la han visto más de una vez y  a las generaciones más nuevas que apenas descubren que este producto latinoamericano fue un fenómeno internacional.

Con 28 adaptaciones en otro países y un Récord Guinness registrado en 2010 como la telenovela más exitosa en la historia de la televisión, ‘Yo soy Betty, la fea’ definitivamente es un caso que merece ser analizado. No solo porque se trata de un producto latinoamericano tan exitoso, también por el aire fresco que significó en el mundo de las telenovelas y porque fue una historia que, en ciertos aspectos, se adelantó a su tiempo.

¿Por qué ‘Yo soy Betty, la fea’ sigue siendo relevante en 2020?

Don Armando y Betty hicieron de esta telenovela un icono de la televisión.Cortesía
La historia

Hay algunas perspectivas caducas en esta telenovela que no podrían ser aceptados si ocurrieran en un producto televisivo de 2020: La normalización de discriminar a alguien por su aspecto, los cerrados estereotipos de belleza, el carácter machista de Don Armando, interpretado por Jorge Enrique Abello y su eterno cómplice, Mario Calderón, encarnado por Ricardo Vélez, son algunos de los detalles que forman parte de las ideologías de finales de los noventa y principios de los 2000 que, por fortuna, han evolucionado paulatinamente en forma de productos más inclusivos (aunque desde luego, aún queda mucho por hacer).

No obstante, hay algo que hace que usuarios de Netflix vuelvan a ver una y otra vez esta novela y se trata de ese giro humano que Fernando Gaitán le dio a sus personajes en esta historia: Los ‘malos’ no poseían la maldad desmesurada y sin sentido de otros programas tradicionales, mientras que ‘los buenos’ no eran esos frágiles personajes a los que estábamos acostumbrados, también cometían errores y pagaban penitencias por ellos. En cada uno de los personajes y sus historias habían matices, luz y sombra, eso los hizo verdaderamente entrañables.

La protagonista

El escritor de telenovelas Alberto Barrera Tyszka contó en alguna ocasión que ‘Yo soy Betty, la fea’ era ‘la misma historia de siempre, pero contada de manera de distinta’ y esto comenzó desde su protagonista interpretada por Ana María Orozco. Por primera vez vimos en una telenovela a una mujer fuera del status quo que caracteriza a las protagonistas de este tipo de productos y, aún así, era una heroína que se defendía con sus inmensas capacidades intelectuales, sin necesidad de ocupar el papel de víctima.

La moda
Marcela Valencia dio lecciones de estilo y moda.Cortesía.

Uno de los aspectos más relevantes de la telenovela siempre fue la moda, vista desde la perspectiva de una outsider que no sabía nada sobre ella. En una entrevista que de los creativos detrás ‘Yo soy Betty, la fea’ para RCN, se reveló que Carlos Gaitán siempre tuvo asesoría de especialistas en moda y finanzas para que la trama de la historia siempre permaneciera realista. Por ello, la idea del negocio de Armando de aumentar el volumen de producción de Ecomoda, no suena extraña en lo absoluto y nos recuerda al auge del fast fashion en diferentes partes del mundo.

Betty la fea nos dio vistazo del mundo de la moda.Cortesía

Por otro lado, cuando Betty toma el mando de la compañía y decide comenzar a confeccionar ropa para todas las tallas, fue una idea visionaria que hoy estamos viviendo a través de diferentes marcas que son más incluyentes respecto a sus tallas. De igual modo, en las pasarelas ya es más común ver modelos con diferentes perfiles físicos. Sí, Beatriz Pinzón Solano se adelantó a esta realidad.

Por otro lado, el personaje de Marcela Valencia (Natalia Ramírez) siempre estuvo consciente de la clave para que un negocio de ready to wear tuviera éxito: diseño+calidad. Aunque dentro de los arquetipos de telenovela, la accionista era ‘la villana’, lo cierto es que en la actualidad Marcela es un personaje absolutamente destacado debido a su fortaleza, su pasión como diseñadora y, por supuesto, la tendencia que predijo desde que se tiñó el pelo oscuro, lo cortó recto y lo peinó con raya en medio.

El elenco

Mujeres de diferentes estaturas, fisionomías y razas integraron el elenco de ‘Yo soy Betty, la fea’. Rara vez habíamos escuchado que en una telenovela se exteriorizaran problemas de racismo y homofobia, pero el libreto de Gaitán era franco al respecto. Mariana, la secretaria de Marcela, fue el claro ejemplo de ello y no dudaba en hablar con sinceridad sobre los problemas discriminación que afrontaba por ser de raza negra y, aún así, mostrar seguridad y una marcada ideología basada en el body positive en todo momento.

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