En septiembre del año pasado, Bella Hadid fue vista por las calles de Nueva York con un par de botas UGG en un look que dio mucho que hablar en Internet. Más que su elegante cazadora de cuero, fue la parte inferior de su atuendo la que causó sensación. Hadid renunció a los pantalones en favor de la ropa interior masculina blanca, antes de combinarla con un par de botas UGG clásicas de plataforma mini: una versión reelaborada de la bota clásica de la marca de zapatos cómodos, con una suela de casi cinco centímetros, renovada y fortalecida.
El look ‘sin pantalones’ es tema de debate para otro día, pero cuando Hadid lució las gruesas botas UGG (que salieron a la venta el año pasado), se inició todo un nuevo movimiento de moda. El look de Hadid se hizo rápidamente viral en TikTok, mientras que Lyst informó que el modelo se agotó rápidamente y tuvo un aumento del 152% en las búsquedas. Otras estrellas del street style como Emily Ratajkowski y Gigi Hadid pronto empezaron a llevarlas también. De repente, la mini plataforma UGG se convirtió en el nuevo zapato de moda, llegando a costar el doble del precio de venta de 150 dólares en sitios de reventa como StockX. Buena suerte para encontrar tu talla en los clásicos colores negro o castaño, incluso hoy en día, siguen siendo casi imposibles de dar con uno. Para Helene Frain, vicepresidenta de diseño de calzado de UGG esta locura por las botas de la marca ha sido totalmente emocionante: ‘Cada vez que ves a alguien en la calle llevando tu producto, es una muy buena sensación’, dice.
Sin embargo, no es la primera vez que UGG fabrica un zapato que todo el mundo se muere por tener. Tras alcanzar su máxima notoriedad en la década de 2000, el renovado interés por las botas UGG es más una historia de regreso que de nacimiento de una estrella. La marca fue fundada en California en 1978 por el surfista australiano Brian Smith, que quería crear un zapato con su material favorito, la piel de oveja. En los años 80, el estilo acolchado se convirtió en sinónimo de la cultura playera de SoCal, sobre todo porque empezó a ser un artículo popular en las tiendas de surf del estado. Sin embargo, ya entonces había escépticos: ‘Al principio, las botas UGG parecían muy raras’, dice Frain, ‘por su forma, fuera de lo común. Pero cuando empiezas a conectar con ella, te atrapa; la gente se dio cuenta de que es bonita y atrevida.’
Tras ser comprada por Deckers Brands en 1995, UGG continuó su ascenso hacia la fama. En el año 2000, Oprah Winfrey incluyó las cómodas botas UGG en su famosa lista de cosas favoritas y así se convirtió rápidamente en un básico para las famosas, como Paris Hilton, Beyoncé y Kate Moss, que la combinaban con sus mejores sudaderas Juicy Couture o jeans de tiro bajo. ‘El efecto 2000 puso a la marca en el mapa desde el punto de vista de la moda', afirma Frain. Pero como todas las cosas de moda, el apetito por las botas Ugg se desvaneció y en la década de 2010 pasaron de moda: ‘Hace diez años, la bota no se asociaba con lo cool, y era una pena, porque esa bota es una pieza del patrimonio del diseño’, dice Frain. Eso es precisamente lo que impulsó a Frain y a su equipo de diseño a crear las nuevas botas virales mini y con plataforma: Querían volver a poner a Ugg en el mapa de la moda y recordar a los consumidores por qué se enamoraron de este zapato: 'Queríamos celebrar nuestro icono', dice.
Aun así, no es fácil lanzar un producto y hacer que el mundo lo acepte, especialmente un zapato que ya ha sido un fenómeno mundial en el pasado. Para Frain, que supervisa el diseño del calzado UGG desde hace más de seis años, el concepto empezó cuando su equipo de diseño echó un vistazo a las UGG clásicas e imaginó cómo podían modernizarlas: ‘Todo empezó con la silueta’, dice Frain, ‘cuando tienes un icono tan maravilloso como ese, puedes hacerle tantas locuras; al equipo se le ocurrieron ideas realmente asombrosas y creativas para celebrarlo’. Acortar la longitud del corte y añadirle una plataforma gruesa nos pareció fresco y la forma perfecta de traer las UGG al momento actual. 'Estas cosas tenían sentido para nosotros', dice Frain, ‘Mucho de lo que hacemos tiene que ver con la sensación que queremos dar a los consumidores. Una plataforma da confianza; te da una postura en el mundo. Te va a hacer destacar y sentirte superconfiada’.
El equipo de diseño de la marca ha seguido ampliando los límites de lo que puede ser una bota UGG con sus colaboraciones de moda, que han desempeñado un papel integral en el aumento del factor cool de UGG. Este último año, por ejemplo, la marca de calzado se ha asociado con diseñadores como Telfar Clemens y Shayne Oliver en nuevos y subversivos estilos de botas UGG; Telfar creó botas con logo, y Oliver hizo una bota Armourite acolchada y futurista. Recientemente, UGG también estrenó su última colaboración con la marca de skate Palace, que cubre la clásica bota UGG con un estampado de rayos. ‘Las colaboraciones son increíblemente importantes para el futuro’, dice Frain, ‘porque ofrecen una forma de ver la marca completamente nueva y diferente’. Como resultado, ‘parece que la percepción de la marca está cambiando’, dice Frain, ‘la gente por fin ve el potencial de la marca’.
Por supuesto, cuando una marca atraviesa un momento tan exitoso y codiciable, existe la preocupación de que el impulso se detenga abruptamente. Aunque los zapatos ugly-chic como los Crocs o los Salomon están de moda actualmente, no será necesariamente el caso la próxima temporada. Sin embargo, a Frain y a su equipo de diseño no les preocupa que sus creaciones se conviertan en una moda; de hecho, no se consideran en absoluto parte de la tendencia ugly-chic. 'Entendemos que la moda del zapato 'ugly chic' es popular y prevalece, pero nosotros no somos eso', dice Frain, ‘lo que hacemos es muy bonito, pensado y hecho con mucho cuidado. La conexión de nuestros consumidores con la marca tiene que ver con la autenticidad, no con la ironía. Hay una gran diferencia entre ser irónico y ser quien eres y no pedir disculpas’.
Para evitar convertirse en otra moda de zapatos kitsch y pasajera, UGG también se ha aventurado fuera de su territorio tradicional de calzado. En el futuro, la marca planea mantener el entusiasmo de sus seguidores a través de sus categorías de bolsos y ropa. (Telfar hizo mini bolsos de piel de oveja, mientras que el diseñador Feng Chen Wang colaboró en chaquetas de piel de oveja.) ‘Nuestro futuro nos depara más categorías, y queremos seguir innovando’, dice Frain. En cuanto al calzado, la marca tiene previsto ampliar su gama de estilos unisex más vanguardistas: ‘Sorprendemos a la gente con productos que no esperan de nosotros’, afirma Frain. La marca también tiene en mente iniciativas de sostenibilidad: En 2021, por ejemplo, lanzó Uggrenew, un programa de reacondicionamiento en el que se pueden reparar las botas UGG que ya se tienen. ‘Estamos comprometidos con la reducción de nuestra huella de carbono, y tenemos objetivos e inversiones a largo plazo con nuestros productos compuestos con materiales de origen regenerativo’, dice Frain.
Cualquiera que sea el estilo viral que UGG planee lanzar en un futuro próximo, puedes apostar a que las colecciones de la marca siempre harán referencia a su bota clásica más icónica. 'Cuando sacamos un producto, queremos que se sienta bien', dice Frain, ‘no queremos esforzarnos demasiado ni ser falsos’. La marca ya ha experimentado antes la histeria de los consumidores, así que esta vez redobla la apuesta por su acogedora bota polarizadora y la respalda con orgullo: ‘La moda puede ser cíclica, así que las marcas que se mantienen fieles a sus raíces y encuentran formas de estar en sintonía con las tendencias son las que se mantienen a la cabeza’, dice Frain. ‘La bota UGG es nuestra estrella polar. Es algo de nuestro pasado que es un tesoro, y es la clave de nuestro futuro’.
Artículo originalmente publicado en Vogue US, vogue.com
