Este martes 30 de enero, un presunto ladrón serial de cables fue capturado en la alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México (CDMX), pero ¿cuál podría ser su pena de ser encontrado culpable del robo de este material?
Los hechos ocurrieron en el cruce del Eje 1 Poniente Cuauhtémoc y Eje 7-A Sur General Emiliano Zapata, en la colonia Santa Cruz Atoyac, donde los operadores de las cámaras del C2 vieron cómo un hombre robaba cable, por lo que alertaron a las autoridades.
Joven pretendía robar 10 metros de cable
Al llegar al punto, vieron cómo el hombre sostenía entre sus manos un rollo de cable, pero cuando éste notó la presencia de los policías se puso nervioso e intentó huir. Rápidamente los policías lo interceptaron y, bajo el protocolo de actuación, los policías le realizaron una revisión, en la que encontraron cerca de 10 metros de cable eléctrico.
Debido a que no pudo comprobar ser dueño de todo ese cobre, el hombre de 20 años fue detenido tras ser informado de sus derechos de ley; él, junto con el cable fue asegurado.
Posteriormente, las autoridades supieron que el detenido cuenta con cuatro ingresos a la cárcel por robo en varias modalidades entre 2020 y 2023.
Aumentó la pena por robar cables de luz en CDMX
Sin embargo, cabe señalar que en esta ocasión podría pasar más tiempo tras las rejas, pues el 29 de marzo del 2023, el Congreso de la Ciudad de México aprobó subir la pena y la multa para quien robe equipamiento o mobiliario de la capital, entre estos cables y coladeras.
Lo anterior derivó de la muerte de las hermanas Sofía y Esmeralda, quienes cayeron a una coladera sin tapa cuando se dirigían a un concierto de Zoé en la alcaldía Iztacalco, en noviembre de 2021.
Hasta 10 años de cárcel por robar cables en CDMX
Por lo tanto, quienes sean encontrados culpables por robar cables y coladeras podrían pasar de tres a siete años en la cárcel en la CDMX.
Además, si el cable robado tiene un costo mayor a los 51 mil 870 pesos, el ladrón recibirá de 5 a 10 años de prisión y deberá pagar una multa de 20 mil 748 a 115 mil 610 pesos mexicanos.
Este aumento de un año de pena pretende reducir el robo del mobiliario que usan todos los habitantes de la capital.
