Desde que nacemos, además de seguridad y libertad, una de las necesidades básicas que contribuye en un desarrollo sano, es el amor incondicional que recibimos y percibimos por parte de nuestro entorno, especialmente de nuestros padres y tutores.
Según Sonia Díaz, coach emocional en una entrevista para MARCA: "Los mensajes que vamos incorporando y que van conformando nuestra base de datos personalizada, van dando forma al autoconcepto que tenemos sobre uno mismo".
"Si de pequeños interpretamos de algún modo que nuestras necesidades de amor, seguridad y libertad, no fueron cubiertas, podemos desarrollarnos desde el miedo, la inseguridad y la dependencia, creando en nosotros comportamientos relacionados, por ejemplo, con la rigidez, la desmotivación y el perfeccionismo", admite la profesional.
Pregunta: ¿Qué es la autoestima?
Respuesta: Podríamos definir la autoestima como "la opinión que tenemos de nosotros mismos y de nuestra valía, en base a la interpretación que hacemos sobre nuestras experiencias, pensamientos y sentimientos."
P: ¿Qué puede haber influenciado nuestra autoestima cuando éramos pequeños?
R: Por ejemplo, frases tan aparentemente inocentes como estas:
"Deja de decir tonterías."
"No me hagas pasar vergüenza."
"Te lo he dicho cientos de veces."
"Eres un desastre."
"Trae, ya lo hago yo."
"Ahora no, estoy ocupado."
"No te pongas así, no es para tanto."
Estas frases, muchas veces remarcadas con "eres", pueden provocar en nosotros una incapacidad para la toma de decisiones, timidez y pensamientos negativos que dirigirán nuestra atención a no sentirnos capaces.
Dependiendo de la propia personalidad y de la propia reinterpretación que hagamos de estos mensajes, añadiendo pensamientos que generarán un sentimiento que se quedará con nosotros, pueden afectar nuestra autoestima.
P: ¿Cómo podemos empezar a detectar una autoestima baja o insana?
R: Si ya de adultos somos capaces de identificar que esas frases que escuchamos de pequeños están afectando nuestra autoestima, dándonos cuenta incluso de que es posible que nosotros las sigamos usando, tanto con uno mismo como con los demás, es hora de hacer algo para modificar esa comunicación que puede provocar reinterpretaciones dañinas, dando paso a sentimientos y actitudes tales como no confiar en uno mismo, compararse con los demás para salir perdiendo o no atreverse a decir lo que uno siente.
P: ¿Cómo podemos mejorar nuestra autoestima?
R: Es fundamental conectar con uno mismo y recuperar nuestra confianza básica, además de implementar acciones que nos ayuden a demostrarnos que somos capaces, para que paso a paso empecemos a reconocer nuestra valía.
Haz lo posible por evitar caer en la queja y el victimismo y empezar a asumir tu responsabilidad. Aunque cueste, es el mejor modo de empezar a hacer cambios.
Genera compromisos contigo mismo y pasa a la acción. Haciendo y obteniendo resultados, es el mejor modo de empezar a darte cuenta de hasta dónde eres capaz de llegar.
Deja de atribuir el éxito a la suerte y empieza a reconocer tus méritos, tu dedicación, constancia y esfuerzo.
Celebra y reconoce tus logros, recréate en esos momentos de alegría para crear nuevas memorias emocionales.
Reinterpreta los fracasos como oportunidades de aprendizaje y recuerda que nadie nació aprendido.
Trabaja en tus áreas de mejora y reconoce también tus talentos.
Comunícate contigo mismo desde la asertividad y procura desapegarte de lo que piensen los demás.
Compárate contigo mismo y con aquello que vas logrando día a día.
Aprende a decir No, de manera asertiva, cuando sea necesario y evita sobreadaptarte.
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