En cuatro años se inmolaron 72 tibetanos

Otros dos jóvenes se prendieron fuego a lo bonzo este martes en China, en protesta por el control del Tíbet y en reclamo por el regreso del Dalai Lama. Ambos murieron

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 Gentileza agencia Phayul 163
Gentileza agencia Phayul 163

Según informó la agencia de noticias estatal china Xinhua, un joven de 24 años, Nyngkar Tashi, se prendió fuego en Rebgong, en la zona de Rongwo, provincia occidental de Qinghai. Horas más tarde, en Dowa, la misma zona, Nyingchag Bum se suicidó de igual forma en protesta contra la política de Pekín sobre el Tíbet.

La agencia tibetana Phayul divulgó lo que afirma que son fotografías de los monjes en el suelo envueltos en llamas y rodeados de un grupo de personas no identificadas.

También citó a un tibetano en el exilio, Ajam Amchok, con "importantes contactos en la región", quien afirmó: "Hay mucho caos ahora mismo en el área y es difícil obtener más información", señala la fuente.

Las inmolaciones alcanzaron a nueve sólo desde la apertura del 18vo. Congreso del Partido Comunista, la semana pasada. Entre ese día y el anterior hasta seis monjes tibetanos -entre ellos, cuatro adolescentes y una joven madre- se prendieron a lo bonzo en distintas regiones de China con población tibetana. A ello, le siguió la inmolación de otro joven monje, de 18 años, el sábado.

      



El viernes pasado miles de personas, entre ellas muchos estudiantes, manifestaron contra China en el mismo escenario de las últimas inmolaciones. El objetivo de las protestas que duraron varios días -y que se desconoce si aún continúan- es mandar "un fuerte mensaje" al Partido Comunista.

El Dalai Lama, líder de una parte de los budistas, invitó a Pekín a impulsar "investigaciones serias" sobre estos hechos. "China no se preocupa de esta situación y trata de cerrar el caso de modo acrítico", se quejó el dirigente espiritual, citado por la agencia japonesa Kyodo.

China, en tanto, afirma que "liberó pacíficamente" Tíbet y que ha mejorado la suerte de su pueblo al proveer fondos para el desarrollo económico en esta región pobre y aislada.

Muchos tibetanos, sin embargo, no toleran más lo que consideran como un creciente predominio de los hans, el grupo étnico predominante en China, así como la represión de su religión y su cultura.

Preguntado este martes por lo sucedido, el vocero chino del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hong Lei, volvió a repetir que los actos son instigados por grupos ligados al Dalái Lama en el exilio.