Quién es quién en el sector energético

España se empeña en cerrar sus reactores nucleares

La industria nuclear española exporta tecnología, productos y servicios a más de 40 países y participa en proyectos como el experimento científico ITER. ABB Photo

Considerada energía verde por la Taxonomía Europea, algunos países están incrementando su capacidad nuclear. España mantiene su hoja de ruta para desmantelarla totalmente en 2035, pese a que supone casi el 21% del 'mix' nacional.

Mientras hace un par de meses Francia y la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE promovían una reunión de ministros europeos de energía para relanzar la generación nuclear como forma de luchar contra el cambio climático, España sigue con su hoja de ruta para el progresivo desmantelamiento de sus centrales. Sin ambages: la energía nuclear se mueve actualmente entre dos aguas, y al pairo. Al menos, en el entorno europeo.

En el mundo había 422 reactores en operación en 33 países a 31 de diciembre de 2022, según los datos del Foro Nuclear recogidos del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU. A ellos se sumarán 58 reactores en construcción, al margen de otros previstos. En España, sólo hay siete reactores en activo.

La producción de electricidad originada en las nucleares en activo ha sido de unos 2.700 teravatios-hora (TWh) durante los últimos ejercicios. Esto supone cerca del 10% de la electricidad total consumida en el mundo. En general, "estamos asistiendo a un interés renovado por la energía nuclear", confirma el presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce.

Sin embargo, como él mismo añade, la situación energética difiere entre países, y cada uno desarrolla su política según sus características, recursos disponibles y planificaciones energéticas. Durante el año pasado, la energía eléctrica neta producida por el parque nuclear español fue exactamente de 55.983,50 gigavatios-hora (GWh), lo que supone un 20,26% del mix. El porcentaje es prácticamente el mismo que en el curso anterior, siendo la única fuente de energía que lleva 12 años seguidos por encima del 20%.

En 2023 "esta cifra se mantiene", confirma Pedro Linares, director de Papeles de Energía del think tank Funcas.De hecho. está previsto que se sostenga hasta el principio del fin de la nuclear, en 2027, cuando arrancará una reducción gradual de su contribución al mix energético nacional que se prolongará hasta 2035.

"La aportación de la energía nuclear en nuestro país es fundamental para garantizar el suministro eléctrico y frenar las emisiones contaminantes. Los siete reactores nucleares operativos en España generan electricidad de forma constante, todos los días, ofreciendo así estabilidad a la red eléctrica", argumenta Araluce.

UN FUTURO DE INCÓGNITAS

Los gobiernos de los socios europeos están decidiendo actualmente sus estrategias y políticas energéticas, teniendo presentes sus circunstancias y características y los objetivos de neutralidad climática en 2050. Sin embargo, la coyuntura hace difícil predecir cuál será finalmente el papel que tomará la energía nuclear. Máxime, cuando Europa la calificó ya de verde el año pasado en su Taxonomía. "Eso debe decidirlo la sociedad: la nuclear tiene ventajas e inconvenientes que deben ser valoradas cuidadosamente", opina Linares.

Este tipo de energía vive encorsetada entre el temor a los accidentes y la consecución de los objetivos de descarbonización, a los que se han sumado las sanciones de reducción de compra de gas a Rusia. En cualquier caso, su papel en la transición ecológica está confirmado, puesto que la producción eléctrica proveniente de las nucleares es casi la tercera parte de la generada en el mundo sin emisiones contaminantes.

Según el Foro Nuclear, más de la mitad de la electricidad consumida en la UE es nuclear, que también supone cerca del 50%, de la generada sin emisiones de CO2. Concretamente, la aportación nuclear a la generación eléctrica en España "evita la emisión anual a la atmósfera de más de 20 millones de toneladas de CO2", expone Araluce. "Esta cifra equivaldría a retirar de la circulación el 35% de nuestro parque automovilístico".

La OCDE propone triplicar la capacidad total de energía nuclear para llegar al net zero en 2050. En cambio, la estrategia española pasa por incrementar la producción renovable y potenciar su almacenamiento. Mientras tanto, la nuclear esgrime que sus centrales están preparadas para operar más allá de lo establecido gracias a las "millonarias inversiones realizadas en mantenimiento, mejoras y puesta al día. Eso sí, siempre garantizando su viabilidad y teniendo en cuenta que no se puede discriminar con excesiva carga impositiva a una tecnología que ofrece seguridad a la red y evita emisiones contaminantes", señala Araluce.

Por tanto, Europa no se mueve al unísono en materia energética, y muy especialmente en lo que concierne a la nuclear. "Hay mucha variedad: desde Francia, donde la nuclear es la fuente de producción eléctrica mayoritaria, hasta Alemania, que la eliminó totalmente en 2023", recuerda Linares. Por su parte, Bélgica prevé extender la vida de sus reactores, y Suecia contempla (como Francia o Finlandia) construir otros nuevos si le salen las cuentas.

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