'Inseparables' (Prime Video): Rachel Weisz lidera una revisión feminista del clásico de Cronenberg

Lo primero que uno se preguntaba ante la mera mención de un 'remake' de 'Inseparables' era: "¿Cómo se atreven?". La clásica película de David Cronenberg impacta hoy como lo hacía a finales de los ochenta. Jeremy Irons estaba insuperable como los gemelos Beverly y Elliot Mantle, un par de prestigiosos ginecólogos inspirados en los verdaderos Stewart y Cyril Marcus, fallecidos a los 45 años en un aparente pacto de suicidio. Cronenberg cruzaba humor retorcido, drama turbio o, por supuesto, su habitual terror corporal para contar un descenso compartido por las espirales del placer, la adicción y la locura. 

Lo primero que uno se preguntaba al saber que Rachel Weisz había iniciado y protagonizaría ese 'remake' en formato serie, o que Alice Birch, guionista de la sublime 'Normal people', sería su 'showrunner', era: "¿Cuándo se estrena?". Será el viernes, día 21, cuando podremos ver en Prime Video el resultado de la osadía de Weisz. "Nunca me planteé rehacer la película sin más", explica la actriz británica en entrevista con 'El Periódico' desde el festival Canneseries. "Mi idea era hacerla como serie y explorar a fondo la relación codependiente entre hermanas. Lo brillantes que son en sus carreras y lo disfuncionales que son en sus vidas privadas. Me parecía un terreno psicológicamente complicado, cuando menos". 

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Tras convencer a la productora Annapurna Pictures para ponerlo en marcha, Weisz apostó por Birch para el liderazgo creativo. Por entonces, en 2018, todavía no se habían estrenado las revisiones de libros de Sally Rooney que han solidificado el estatus de esta dramaturga como guionista televisiva. Weisz había quedado sorprendida, como muchos, con su trabajo adaptando a Nikolái Leskov en 'Lady Macbeth', también revelación de una actriz (Florence Pugh) y un cineasta (William Oldroyd). 

Obstetras además de ginecólogas

Como en la película de Cronenberg, Elliot es la más hedonista, y Beverly, su reverso retraído y amante del control. "Alice y yo tuvimos largas conversaciones sobre sus respectivas personalidades, sus decisiones de carrera, sus acciones", explica Weisz. "Elliot quiere trabajar realmente como científica. Beverly, más altruista, quiere traer niños al mundo. Es tímida y tiene una relación cautelosa con el placer, mientras que su hermana lo devora todo: la comida, el sexo, el trabajo… Decidimos que Beverly llevara el pelo recogido y que Elliot lo llevara suelto, pero más allá de eso, no me hicieron falta más trucos externos para diferenciar a los personajes. Son personas radicalmente diferentes". 

Aunque no es la primera vez que vemos a un actor duplicado en pantalla, los resultados son aquí especialmente creíbles. Weisz explica un poco el proceso a nivel práctico: "Trabajaba con una compañera de interpretación, Kitty Hawthorne, toda una revelación que ni siquiera había salido de la escuela de arte dramático cuando nos envió su cinta de audición. Yo hacía de Elliot, ella hacía de Beverly. Después intercambiábamos los roles". Weisz llevaba un auricular para escuchar lo que acababa de grabar como Elliot y seguir las cadencias del diálogo. 

El laberinto de espejos se extiende, como en el filme de 1988, al personaje de la amante que desestabiliza la relación codependiente central. De nuevo, es una actriz haciendo de actriz, y en este caso, rizando el rizo, con el nombre de la actriz que la encarnó originalmente: Genevieve (Bujold). "Nunca he hecho un personaje tan cercano a mí misma", explica Britne Oldford, antigua Cadie de 'Skins'. "Genevieve tiene que hacer 'junkets' de prensa, más o menos como estoy haciendo yo en este preciso momento [sonríe]. Todo eso me hizo las cosas fáciles, igual que la exactitud del guion de Alice".

Componente de choque

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