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Los interiores de colores neutros son más populares que nunca, y con razón. Sutiles, tranquilos y discretos, los hogares que se inclinan por esta tendencia parecen santuarios de paz y bienestar. Pero hay que tener cuidado: a veces, una habitación decorada con colores neutros puede carecer de profundidad e interés.
En general, una paleta de colores neutros y un enfoque minimalista de la decoración van de la mano. Sin embargo, a menudo se comete el error de confundir minimalismo con austeridad y, al hacerlo, se evitan los detalles, las texturas y los estampados. Y, por ir a lo seguro, podrías estar perdiendo la oportunidad de sacar el máximo partido a tu espacio.
Creemos que todo estos problemas tienen fácil solución. Con una mezcla inteligente de estampados, colores y diseños, tu interior decorado de forma neutra parecerá de todo menos plano, aburrido, o soso.
Consejo 1: Combina tonos fuertes y suaves para crear contrastes
Utilizar una paleta de colores neutros no significa necesariamente pintar todas las paredes de blanco o beige. Si quieres crear más interés visual, la combinación de colores es una forma sutil pero eficaz de conseguirlo. Sue Jones, experta en interiores de lujo y cofundadora de OKA, nos aconseja: "La clave está en elegir un tono más atrevido y combinarlo con otro más suave. Si buscas una sensación de calma en una habitación, puedes elegir el tono más pálido de ambos colores para conseguir un contraste pero sutil".
También puedes probar a utilizar un tono más intenso en la mitad inferior de la pared y pintar la superior con uno más suave. O pintar elementos como zócalos y puertas de un tono más oscuro que el resto de la habitación. La idea es que tengamos más de un punto de color en el que fijarnos.
Sue añade: "No es recomendable decantarse por una misma combinación de colores en toda la casa, ya que puede resultar poco atractiva. Si prefieres mantener un solo color en toda la casa, prueba a utilizar diferentes variaciones de ese color para crear puntos de interés visual de una habitación a otra.
Es importante equilibrar el color con los patrones, para que atraigan la mirada al entrar en una habitación. Por ejemplo, los sofás de diseño, tapizados con estampados funcionan siempre como punto focal en una habitación, pero si te parece demasiado, puedes optar por mantas y cojines con motivos para dar un poco más de profundidad".
Consejo 2: Ten en cuenta la escala al mezclar estampados
Un aclaración importante con respecto al punto anterior. A la hora de mezclar estampados, tejidos y texturas, es importante tener en cuenta la escala y si los estampados combinan entre sí. No es necesario que todos los patrones sean iguales para que todo funcione; de hecho, es mejor evitarlo. Combina los grandes y los pequeños, las flores con las rayas, pero es esencial que todos estén dentro de la misma gama de colores, para que nada quede demasiado chillón.
La diseñadora de interiores Charlotte Saunders lo explica: "Una forma estupenda de mezclar estampados es superponerlos: si las cortinas son de flores, puedes añadir un estampado geométrico en la silla. Piensa también en la escala del estampado: si tienes un estampado a gran escala en el sofá, yo optaría por un estampado con motivos más pequeños en la silla".
Consejo 3: Combina tejidos y diferentes texturas
"Los días en que todo era demasiado simétrico y a juego han pasado a la historia", dice la diseñadora de interiores Sophie Gammon. Ahora buscamos algo con más carácter, y la forma de conseguirlo es superponer telas y materiales; esto dará profundidad y riqueza a cualquier espacio. Las capas superpuestas suelen dar unidad a la habitación".
La superposición de capas también confiere al espacio un tacto agradable. Además, las capas generan automáticamente contraste por sus texturas y añaden automáticamente interés visual. Aunque elijas un único color o gama cromática, intenta incorporar al menos cuatro telas distintas en cada habitación. Por ejemplo, en los cojines puedes elegir seda, terciopelo, lino y algodón para que el espacio resulte más rico e interesante.
Consejo 4: Mezcla lo nuevo y lo viejo
Esta combinación entre lo nuevo y lo clásico puede utilizarse en todo el interior, no sólo en términos de color y estampado, sino también con el mobiliario y el diseño. Aunque estemos hablando de colores neutros, siempre hay espacio para jugar con las formas de las sillas, las mesas, los sofás...
"Creo que mezclar diseños antiguos y modernos permite combinar piezas contemporáneas con otras más clásicas", afirma la interiorista Sarina Hawkins. Por ejemplo, si tienes una preciosa mesa de comedor antigua, puedes combinarla con sillas de diseño más actual o con jarrones más contemporáneos. No tengas miedo de mezclar y combinar a tu antojo: todo es cuestión de ir creando capas visuales que aporten interés al espacio".