La Agrupació Astronòmica d´Eivissa (AAE) se fundó en 1956, unos meses después de la inauguración del Observatorio de Puig des Molins. La AAE se dedica desde su origen a la divulgación popular de la astronomía, así como la investigación y observación del Cosmos. Para ello, gestiona el Telescopio de Cala d´Hort (TCH), propiedad del Consell de Ibiza, y próximamente hará lo mismo con el Observatorio de Puig des Molins (OPM), propiedad del Ayuntamiento de Ibiza. Mientras que el TCH está dedicado principalmente a la investigación -búsqueda de asteroides y astrofotografía de alta resolución-, el OPM se dedicará a la observación pública y la atención a los centros educativos de la isla, pero también a investigación planetaria y solar.

La AAE inaugura este mes una sección quincenal dedicada a la astronomía, que efectuará un repaso a los objetos visibles en el cielo de Ibiza y Formentera cada mes del año.

Entre los cuerpos celestes que pueden verse desde ahora y durante todo diciembre destacan las Pléyades (m45), un cúmulo estelar abierto situado en la constelación de Tauro. A simple vista, es un pequeño grupo de estrellas muy tenue, pero si utilizamos prismáticos, podremos observar hasta 200 soles. Un cúmulo abierto es un grupo de estrellas jóvenes, que se han formado a partir de la misma nebulosa. Su cantidad puede variar desde decenas hasta miles, según el caso.

Las Pléyades se formaron hace unos 100 millones de años, y se encuentran situadas a unos 430 años luz de nosotros.

No muy lejos se encuentra la Nebulosa de Orión, también llamada M42, que se encuentra situada en la ´espada´ de la constelación que le da nombre. Es una de las nebulosas más fotografiadas por su belleza y la variedad de sus colores. Contiene gases, polvo, y estrellas que están naciendo. Es posible verla a simple vista, distinguiéndose lo que parece ser una pequeña nube iluminada, pero con unos prismáticos o, mejor, con un telescopio, se pueden diferenciar muchos detalles de la nebulosa, que además contiene en su interior el diminuto Cúmulo del Trapecio, formado por cuatro pequeñas estrellas recién nacidas. Esta inmensa guardería de estrellas se encuentra a 1.300 años luz del Sistema Solar. Eso significa que la luz tarda 1.300 años en recorrer la distancia desde la nebulosa hasta nosotros. Observar la Nebulosa de Orión es viajar en el tiempo.

Diciembre es el mes de las Gemínidas, una lluvia de estrellas fugaces. ¿Cómo se produce una estrella fugaz? Si la Tierra atraviesa una zona del espacio en la que hay partículas de polvo, éstas, en contacto con la atmósfera y debido al rozamiento con la misma, se queman. Así que, aunque coloquialmente se les llama «estrellas», en realidad no son más que pequeñas partículas que pueden tener un origen muy diverso. En el caso de las Gemínidas la fuente de estas partículas es el asteroide 3200 Faeton, que podría ser un cometa extinto. Cuando un cometa se aproxima al sol, va dejando un reguero de pequeños restos. Si la Tierra atraviesa ese filamento, observaremos lo que llamamos una «lluvia de meteoros».

Un poco antes de las 2 de la madrugada empieza a ser observable el planeta Júpiter, ya a cierta altura por el Este. Con unos simples prismáticos ya se ven sus cuatro grandes lunas como si fueran pequeñas estrellitas alrededor del planeta. Según avanzan las semanas Júpiter amanece un poco antes sobre el horizonte y facilita así su observación. Además, irá aumentando en diámetro.