¿Quién fue Carlos Pellicer, inspiración de AMLO?
Fotografía del escritor Carlos Pellicer. Cortesía

El presidente Andrés Manuel López Obrador siempre que puede asegura que su existencia está marcada por la figura del escritor tabasqueño Carlos Pellicer, a quien conoció siendo muy joven cuando estudiaba en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

En su conferencia matutina, recordó al poeta e incluso llamó a su vocero, Jesús Ramírez, para que leyera el poema “Discurso a Cananea”. Al responder una pregunta sobre la huelga de Cananea y de los mineros que están en huelga, López Obrador habló de los movimientos sociales de principios de siglo, y dijo que él quiere mucho a Cananea, no solo porque ahí nació el movimiento revolucionario, es cuna de la Revolución, esa huelga fue histórica.

“Me dan ganas de que hasta pongas el poema de Cananea… Pellicer estuvo en Hermosillo y fue él el que montó el museo de Hermosillo Sonora, estando ahí trabajando, porque era museógrafo además de poeta, ahí escribió este poema”, expresó, y entonces apareció el poema de dicho autor en la pantalla.

Carlos Pellicer fue un poeta y museógrafo nacido el 16 de enero de 1897 en Tabasco. Su actividad literaria inició a los 12 años de edad, cuando plasmó sus primeros sonetos mientras ayudaba a la economía familiar en su natal Tabasco.

Pellicer fue parte de la vanguardia literaria, junto con Jaime Torres Bodet, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Antonieta Rivas Mercado, Andrés Henestrosa, Clementina Otero y Gilberto Owen, con quienes formó parte del grupo literario de los Contemporáneos.

Fundó las revistas culturales más importantes de la época: Ulises y Contemporáneos; fue un modernizador del teatro mexicano y aportó muchas de las innovaciones al arte y la cultura de la sociedad mexicana de la primera mitad del siglo XX.

Escribió alrededor de 25 libros, entre los que destacan Práctica de vuelo (1956); Material poético 1918-1961 y Cuerdas, percusión y alientos (1976). Carlos Pellicer Cámara murió a los 80 años el 16 de febrero de 1977 en la Ciudad de México; sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres.

El presidente se asume un pelliceriano a mucho orgullo y ha dicho que el autor de Hora de junio es su inspiración y quien lo acercó a los indígenas y asumió como propio el deseo del poeta de trabajar por los pueblos de Tabasco.