Chicago, el musical fue una de las grandes puestas en escena que llegaron a la cartelera mexicana antes de la pandemia, sin embargo con los cines cerrados la producción no volvió a los escenarios. El año pasado los Premios Metro que celebran lo mejor del teatro en México no pudieron realizarse, primero por falta de apoyo federal y segundo por el confinamiento obligado.

La noche de este miércoles, con una memorable ceremonia realizada en el Teatro Ángela Peralta, los galardones volvieron a entregarse (aún ante la falta de apoyo gubernamental, que mencionaron en la voz de Gabriela de la Garza, pero sí con un muy importante apoyo del sector privado) para reconocer a lo mejor del teatro en los últimos dos años, con una celebración que mostró el músculo y unión de la comunidad teatrera ante la adversidad.

En esta velada la gran protagonista de la noche fue la puesta en escena Chicago, el musical, que no solo tomó el escenario para hacer un acto musical de despedida, sino que también ganó cinco premios: Mejor Obra de Teatro Musical, Mejor Coreografía y/o Movimiento para un Musical, Mejor Diseño Sonoro para un Musical, Mejor Diseño de Iluminación para un Musical y Mejor Escenografía para un Musical.

“Es muy fuerte. Ustedes saben el éxito enorme que fue Chicago. Es una compañía maravillosa de la que yo digo que tenía una estética perfecta, en cada instante en escena. Fuimos una compañía muy feliz, desgraciadamente tuvimos un cierre intempestivo, pero les juro que el amor que existe en esta compañía se quedó para siempre”, expresó el productor Morris Gilbert, acompañado de su coproductora Julieta González, y el resto del elenco, que representó la adaptación mexicana del clásico de Broadway.

LAS OTRAS OBRAS PROTAGONISTAS

Tras el musical, hubo dos puestas en escena que le siguieron en cantidad y se llevaron tres premios. El primero de ellos también fue musical y fue despedida para Hoy no me puedo levantar, hasta siempre, una tradicional puesta en escena que triunfó en los apartados interpretativos con reconocimientos para María León a la Mejor Actriz Principal en un Musical; Rogelio Suárez a la Mejor Actuación Masculina de Reparto en un Musical, y María Elisa Gallegos a la Mejor Actuación Femenina de Reparto en un Musical.

“Agradezco a las dos producciones”, comenzó María León en su discurso al referirse a su doble nominación en la que también figuraba por Chicago, el musical. “A una nos arrancaron, literal, del escenario, y la otra nos generó un regreso con mucha incertidumbre de no saber qué iba a pasar (...) Agradezco a este ensamble hermoso de una compañía divina que se ha convertido en mi familia y a cada uno de los presentes que los admiro y me han inspirado cada vez que he tenido la oportunidad de verlos a los ojos”, añadió.

“Quiero darles un mensaje para las personas que están en un teatro pequeño, hay que trabajar y ser perseverante, lo que más importa es el hambre por lo que más amas”, dijo María Elisa Gallegos en su turno, mientras que Rogelio Suárez también dio un mensaje emotivo: “A todas las personas que están aquí, los admiro por hacer teatro. Y a las personas que se quieren dedicar a esto: los sueños sí se cumplen, sí se puede vivir del teatro”, dijo.

La otra puesta en escena con tres premios fue Tornaviaje, de Diana Sedano. Un monólogo resume la búsqueda que la intérprete emprendió para conocer el pasado que su padre nunca le quiso contar. La protagonista de la historia se acerca a él con preguntas cuyas respuestas no halla. Con el apoyo de herramientas multimedia, trata de dar sentido a las razones por las cuales el pintor español Antonio Sedano la mantuvo en secreto y alejada de su familia.

Por este proyecto ganó los premios a Mejor Espectáculo Unipersonal, Dramaturgia Mexicana y Mejor Dirección: “El Tornaviaje está siendo un proyecto de vida muy generoso conmigo y con las y los que formamos parte. Una idea que comienza con un señor que resulta que es mi padre, le heredé una obsesión temática y por eso muchas gracias y perdón por robarme la idea. Gracias a los espectadores que conectaron con la obra y que fueron lo suficientemente generosos para hacer publicidad de boca en boca y mantener vivo el teatro independiente y la curiosidad sobre lo que pasa en esa fascinante intimidad colectiva en las salas de teatro que nos acogieron”, dijo Diana Sedano.

Otro premio destacado fue para Blackbird, una poderosa obra de teatro sobre el abuso sexual protagonizada por Cassandra Ciangherotti y Alejandro Calva, que ganó el premio a la Mejor Obra del año. No pudo estar la directora Katina Medina Mora pero el premio fue recibido por su hermana y por la actriz protagónica, quienes leyeron un mensaje de la realizadora: “Blackbird viene de un lugar de necesidad. Necesidad de trascender a través del arte, una experiencia que desafortunadamente viven una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños en México, el que ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil”, dijo. 

LOS MOMENTOS QUE SE ROBARON LA NOCHE

En la velada también hubo momentos de emotividad. Uno de los más importantes fue con la presentación del in memoriam con especial homenaje al personal sanitario en el cual una de las representantes habló de cómo hubo muertes sin que los familiares pudieran estar cerca: “No murieron solos, nosotros estábamos ahí para tomar su mano”.

Otro momento importante fue cuando se alzó la voz a través del movimiento Poder Prieto: “Señores directores les pedimos que cambien sus narrativas, queremos decirles que desde niños debemos saber que nuestro color de piel es delicioso como el chocolate y que el carbón enciende el fuego y que tú y tú somos hermanos y que por un detalle cromático la sociedad decidió separarnos. Poder prieto es la manera de decirle a las nuevas generaciones que tendrán representación en el cine, la televisión y el teatro”, dijo César Henríquez, a través de su personaje de La Prietty Guoman.

Y la gran ovación a la distancia fue para Héctor Bonilla, quien recibió el premio a la trayectoria y que emitió un mensaje a través de un video: “Agradezco profundamente a los Premios Metropolitanos de Teatro por este reconocimiento a mi trayectoria, la primera vez que me subí a un teatro yo era un niño, disfrazado de diablo para una pastorela de la escuela y así accidentalmente descubrí ese lugar mágico en el que, para mi sorpresa, me aplaudían para hacer lo mismo que fuera del teatro me regañaban”, comentó.

“Para mí esta profesión no ha sido otra cosa que sacar mi niño interior, claro con esfuerzo, disciplina y rigor, pero siempre con el placer de tenerlo como brújula. He tenido la fortuna de que me paguen por hacer lo que más me gusta en cine, televisión y radio, pero el teatro siempre ha sido mi hogar, mi origen y mi destino. Después de todo, la actuación es una disciplina que otras artes toman prestada. Al igual que la vida, la experiencia teatral es efímera, perecedera, única e irrepetible, íntima y pública al mismo tiempo”, continuó.

“El teatro es tan antiguo como la humanidad y nunca envejece porque solo existe mientras dura la función. Por eso en esta época de vertiginosos cambios tecnológicos, el teatro no tiene que preocuparse ni reinventarse sino todo lo contrario, el encuentro ritual de unos changos dentro de una caverna nos sigue maravillando, y ahora que somos esclavos de nuestros teléfonos, ese refugio de humanidad se hace cada vez más valioso. Gracias por este reconocimiento por celebrar el teatro. Que viva el teatro mexicano”, enfatizó.

EL RESTO DEL PALMARÉS

Si bien estas cuatro obras fueron las grandes ganadoras de la noche, hubo otras 15 puestas en escena que también fueron premiadas a lo largo de la noche con uno o dos galardones. Por ejemplo César Henríquez ganó el premio al Mejor Actor de una Obra por La Prietty Guoman y el de Mejor Espectáculo de Cabaret:

“Alguna vez en la escuela me dijeron que siendo femenino no me iba a dar trabajo, y me lo creí pero un día escribí a gente que le daba vida, ahí estaban mis historias. Nuestra vida y sexualidad es importante, y nadie te puede decir qué hacer”, dijo en el primer premio y en el segundo enfatizó: “La Prietty es un espectáculo de racismo contra el odio porque nadie merece morir por odio en este país, detrás de eso hay una profunda carcajada pero la historia es fúnebre, No voy a dejar de hacer hasta el día de que los crímenes de odio cesen en el país ojalá ese día llegue”.

Con dos premios también quedó Acá en la tierra que se llevó el premio a la Mejor Obra para el Público Joven y Mejor Actuación Femenina de Reparto en una Obra para Vicky Araico: “El personaje que yo hago se llama Dolores y en algún momento del texto dice: ‘Me gusta verlo de esa manera, que yo ayudo a ordenar el mundo. A lo mejor no hace falta, pero me gusta pensar que yo contribuyo a hacer del mundo algo mejor’. Ella es una mujer que trabaja en la limpieza. ‘Imagino que si yo no limpiara las manchas que hay en el piso, llegaría un momento en el que no habría nadie que pasara por aquí’. Creo que esa es la labor que hacemos todos los que hacemos teatro y nos dedicamos al arte. Con nuestro quehacer limpiamos los corazones de las personas que nos visitan”, dijo la actriz.

Con dos premios también hubo otras obras. Urinetown, el musical se llevó el premio al Mejor Director de una Obra Musical para Miguel Septién y Mejor Diseño de Vestuario para un Musical para Luis Roberto Orozco; La Celestina se llevó los de Mejor Adaptación de Obra de Teatro o Musical para Rosenda Monteros y Mejor Escenografía para una Obra para Jesús Hernández; Novecento obtuvo los galardones al Mejor Diseño de Iluminación para una Obra para Víctor Zapatero y Mejor Composición Musical Original para una Obra para Pablo Chemor; mientras que Blindness los de Mejor Diseño Sonoro para una Obra y el Premio al teatro mexicano frente a la contingencia.

Con un premio están los siguientes proyectos: Mejor Coreografía y/o Movimiento para una Obra para Asur Zágada por Los olvidados; Mejor Diseño de Video para Daniel Primo por Homo Box Machina, ensayo escenotécnico sobre el placer; Mejor Diseño de Vestuario para una Obra para Shanat Cortés por Katsumi y el dragón, y Corazón gordito, con el Premio del Público.

La Mejor Comedia del año fue para la puesta en escena Agotados; la Mejor Actuación Masculina de Reparto en una Obra fue para Alfonso Borbolla por The Pillowman; la Mejor Actuación Femenina Principal en una Obra fue para Carolina Politi, por La persona deprimida; la Mejor Actuación Masculina Principal en un Musical fue para Ariel Miramontes, por su trabajo en Sugar: “Soy la prueba de que sí hay productores que sí contratan prietos que sí contratan actores para hacer musicales gringos”, dijo. 

Este año cabe destacar que se abrieron categorías especiales por las obras que llegaron a la audiencia por la pantalla a causa de la pandemia por lo cual los ganadores fueron Coordenadas sutiles de Sophie Alexander-Catz en la categoría de Mejor Obra Digital Teatrix y el show de mentalismo Remind reader online de Víctor Castañeda hizo lo propio en la sección Mejor Obra de Teatro Digital en Vivo. También se le otorgó el Premio Ciudad de México para El Teatro Penitenciario.

La conducción de la ceremonia corrió a cargo de Alan Estrada quien hizo un gran trabajo no solo en hacer amena la velada sino en el atino punzante de sus comentarios críticos a través del sarcasmo como, “si quieren ver a Sergio Mayer en el escenario, la pregunta es ¿por qué?” o al hablar sobre Paty Navidad y su opinión sobre las vacunas o de Eduardo Verástegui y su punto de vista sobre el aborto.

Además, en la ceremonia también se realizaron algunos números musicales de las obras Ghost, el musical, Urinetown, el musical, Remind reader online o Hoy no me puedo levantar, hasta siempre, que cerró la gala.