Si algo caracteriza a España, además de su gente, su clima y su gastronomía, es su rica y variada historia. Sus huellas son muy visibles a lo largo del mapa del territorio nacional. La Alhambra de Granada, la Basílica de la Sagrada Família de Barcelona o el Real Alcázar de Sevilla son algunos ejemplos de sitios emblemáticos conocidos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Lo curioso del asunto parte de esa amplia diversidad. Esta hace que sean muchas las personas que no tengan conocimiento de la existencia de algunos monumentos, esculturas y lugares que son patrimonio nacional. Este es el caso de la pirámide española.

La exótica idiosincrasia de este tipo de edificaciones lleva a la equivocación, ya que solemos pensar que solo es posible verlas en Egipto o México. Salvando las distancia con lo allí construido, cabe resaltar que en Europa existen dos casos de pirámides. Siendo más concretos, en lo relativo a su ubicación, cabe resaltar a Holanda y España como los lugares donde se sitúan. Pero, ¿en qué punto exacto de nuestro país se encuentra y cómo es realmente?

El caso español

En lo referente a su forma, la pirámide española se basa en un mausoleo con una altura de 20 metros. Su origen se data del año 1939, momento en el que esta abrió sus puertas. Es decir, no guarda ninguna correlación con el Antiguo Imperio de Egipto. Su motivo de construcción se basa la Guerra Civil española. Es decir, por orden de Francisco Franco, en 1937, se comenzó su construcción para conmemorar a los combatientes del país transalpino que lucharon a su lado en dicho periodo. Es por esto que en ella se sitúa la tumba donde se enterraron los cadáveres de italianos de la batalla de Santander.

Atendiendo a los materiales, cabe destacar que el hormigón forrado de caliza es el elemento principal utilizado. Como ya sucediera en el país africano, los entresijos y los espacios enigmáticos están presentes. En este caso es posible encontrar dos agujeros, pero solamente uno de ellos contiene una escalera para bajar a la cripta donde se encuentran enterrados los italianos que le dan nombre a este enclave. Sus dimensiones, sumado al extremo clima español en algunos periodos del año, ha resultado en un desgaste que hace que la pirámide no se encuentre en muy buen estado.

Pese a esto último, su espectacularidad hace que todos quieran atribuirse su propiedad. El debate está servido, ya que a pesar de que se encuentra en territorio español, más concretamente en el Valle de Valdebezana, situado en la provincia de Burgos, el monumento pertenece al Gobierno italiano.

El caso holandés

La segunda pirámide encontrada en Europa se localiza en el país de los tulipanes. Hablamos de Austerlitz,ubicada en la población de Amersfoot. Su origen la convierte en la más antigua, ya que su construcción se remonta al 1804, año en el que los soldados de Napoleón la levantaron inspirándose en la Pirámide de Giza. Es decir, esta construcción, dirigida por el general Marmont, se erige en tributo al emperador francés.

El proceso de creación fue todo un hito dado los medios de la época y el poco tiempo empleado para ejecutarla. Se habla de que solo hicieron falta 27 días para hacer una edificación arquitectónica que tiene 36 metros de altura. Esto, sumado al enorme obelisco de madera de 13 metros situado en el vértice de la misma, la convierte en un monumento excepcional dada la clara diferenciación con el resto de ellos existentes en el viejo continente.

Asimismo, cabe resaltar que, al igual que en el caso español, su conservación no es su punto fuerte. Las pésimas condiciones en las que se llegó a encontrar hicieron que durante el año 2004 esta tuviera que someterse a una compleja restauración para poder seguir siendo un punto de interés turístico. Pero esta no ha sido la única, ya que su llegada al S.XXI se debe a varias operaciones de recuperación ejecutadas tras sus múltiples abandonos.

Bosnia, epicentro de la polémica

Toca viajar hasta Visoko, un pequeño pueblo al norte de Sarajevo para encontrarse el monumento de la polémica. Es allí donde se sitúa una arbolada colina con forma de pirámide. De manera genérica, solamente se consideran pirámides europeas a las de España y Holanda. Todo esto pese a que son muchas las voces, tales como la del famoso tenista Novak Djokovic, quienes se pronuncian a favor de la consideración de esta como creación arquitectónica y no una casualidad geométrica de la naturaleza.

Son los expertos en el ámbito los que en numerosas ocasiones han declinado esta idea. Pese a ello, la lucha por el reconocimiento como pirámide continua de la mano de muchos aficionados a las civilizaciones antiguas. Estos basan su teoría en la clásica alineación con los puntos cardinales que suele regir la idiosincrasia de estos edificios.