El Cosmovitral de Toluca y su Jardín Botánico, obras que sorprenden y cautivan

• En lo que antes fue un mercado, ahora se fusionan la naturaleza, el arte y la cultura

Por Alejandra Pérez Bernal

Admirar y visitar el Cosmovitral y Jardín Botánico de Toluca significa completar una experiencia que fusiona naturaleza, arte y cultura.

Ese sitio es uno de los más emblemáticos de la capital del Estado de México, porque además de contar con el vitral que es considerado el más grande del mundo, resguarda un Jardín Botánico con más de 400 plantas que provienen de diversas partes de México y del orbe.

La gran obra se erige sobre 3 mil metros cuadrados y posee 71 vitrales hechos con 45 toneladas de vidrio soplado de 28 diferentes colores, procedentes de siete países.

El Cosmovitral y Jardín Botánico de Toluca está ubicado en un hermoso edificio, de arquitectura Art Noveau, que fue diseñado en 1909 para conmemorar el centenario de la Independencia de México, pero fue hasta 1933 cuando se inauguró como mercado y le llamaron “16 de septiembre”. Así funcionó hasta 1975, año en que se decidió hacer el Jardín Botánico.

En el nuevo proyecto se aprovecharon los grandes ventanales y se dio paso al Cosmovitral que el pintor, muralista y escultor mexicano Leopoldo Flores Valdés y un grupo de 60 artesanos, ejecutaron durante tres años en los talleres instalados en Lerma, Estado de México.

A la par, se abrió paso a un Jardín Botánico, gracias a la idea concebida por el entonces gobernador del estado, Jorge Jiménez Cantú y a la alcaldesa Yolanda Sentíes.

Los expertos de la UNAM apoyaron en el etiquetado e identificación de las plantas endémicas mexiquenses, con su nombre científico, especie, género y familia, su uso medicinal o general, y su nombre común o popular.

El Cosmovitral presume como temática la dualidad universal, la oposición de la noche con el día, de la mujer con el hombre, del bien con el mal.

En cada extremo del edificio hay dos grandes vitrales, uno que nos muestra la figura del “Hombre Sol”, representado por un círculo de fuego y que hoy se ostenta como el símbolo de Toluca, y el segundo es Andrómeda, una galaxia en forma de una elipse.

Ambos murales de 64 metros cuadrados, están unidos por un techo de vitral que representa la Vía Láctea.

Así pues, cuando vayas a Toluca visita esta magna obra y sorprenderte con la vegetación exhibida en dicho sitio.