CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE SALUD

Escorpiones y arañas: mitos y verdades

¿Qué hay que saber los arácnidos que aparecen durante el verano en diferentes ciudades del país?


La noche, el calor y la humedad son las condiciones ideales que propician la aparición de estos animales, tan temidos por los humanos y si bien todas las especies de alacranes son venenosas, no siempre ese veneno implica un riesgo para la salud humana. De las aproximadamente 60 especies que vivirían en nuestro país, solo dos remiten peligro. Una de ellas, Tityus trivittatus, habita en las provincias del Norte del país como Salta, Jujuy, Misiones y Corrientes pero ha sido introducida en otras más céntricas como Córdoba y Buenos Aires. En Puerto Madryn la realidad es diferente. Suelen encontrarse cuatro especies pero, a pesar de ser ponzoñosas, no presentan riesgo para la vida de las personas.

El investigador asistente del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET), Germán Cheli, comenta que son los ejemplares de la especie Tityus trivittatus, los que suele aparecer en las noticias cada verano por haber invadido suelo porteño. “Son animales antrópicos, es decir, les gusta estar con la gente. Aprovecha los recursos que el hombre en las ciudades les brinda, como refugio y comida. Es frecuente encontrarlos en lugares oscuros y húmedos como alcantarillas y estaciones de subte”.

Esta especie es reconocida por aplicar un veneno que es fuertemente neurotóxico y que al picar a una persona le genera un trastorno en el cuerpo de carácter generalizado.

“El veneno produce la liberación de dos moléculas, acetilcolina y adrenalina, que causan fuertes alteraciones en el sistema nervioso. Los casos leves presentan síntomas locales como dolor, edema, contractura y sensación de hormigueo o adormecimiento del cuerpo, mientras que los casos moderados tienen síntomas generales como náuseas, cólicos, excesiva secreción de lágrimas, saliva, sudor y moco por nariz y bronquios”, describe Cheli, y agrega: “Sin embargo, en los casos graves pueden producirse fallos de funciones vitales como shock, arritmias graves, edema agudo de pulmón, bradicardia, apnea, bradipnea y coma, que pueden llevar a la muerte”.

Como en el caso de Tityus trivittatus, el veneno aplicado por la mayoría de las arañas de género Latrodectus, conocidas popularmente como “viudas negras”, también es neurotóxico.

“Estas arañas que están distribuidas por gran parte del territorio argentino, de las cuales existen ocho especies y científicamente pertenecen al género Latrodectus, pasan la mayor parte del año siendo un huevo. Durante el verano las hembras adultas hacen una bolsa de seda o cocon donde depositan entre 250 y 500 huevos. De ese total nacen aproximadamente, en la siguiente primavera, la mitad y entre los meses de enero y febrero, recomienzan a dispersarse para luego morir con los primeros fríos del otoño. Es por eso que es frecuente observarlas durante el verano”, explica el investigador.

La fama de agresiva que detenta esta especie particular de araña, que algunas películas y mitos urbanos se han encargado de alimentar, es coronada finalmente por su apodo de viuda negra.

“Suele escucharse que se la llama así porque las hembras se comen a los machos y, si bien la afirmación es cierta, vale aclarar que esta conducta es habitual en muchas especies de araña. Recientemente se han descubierto evidencias que como la hembra del género Latrodectus tienen varias parejas de copula, algunos machos se dejarían comer para aumentar la probabilidad de paternidad ya que durante ese tiempo el esperma alcanzaría a fecundar los huevos, antes que la hembra se retire”, afirma Cheli.

A veces, y alentados por el pánico que estos animales provocan en la población, las autoridades proponen realizar una fumigación descontrolada para eliminar a escorpiones y arañas. Sin embargo y en determinados ambientes, para el investigador no es la mejor de las soluciones.

“Estas fumigaciones generalistas exterminan a todos los insectos y arácnidos y debe tenerse en cuenta que cada organismo cumple una función determinada en el ambiente. Matar a una especie genera siempre un desbalance en el ecosistema. Las arañas pollito por ejemplo se alimentan de roedores. Si las primeras desaparecen, la población de roedores se incrementa”, concluye el investigador.

 

En Puerto Madryn el veneno es menos eficaz

“En algunas regiones, el clima frío modifica algunas propiedades del veneno del escorpión Tityus trivittatus y de la viuda negra. El pH se vuelve más alcalino y esto reduce su toxicidad. Si este escorpión llegara a estar en un lugar tan austral como Puerto Madryn su picadura no sería tan peligrosa como si lo es en el norte y en el centro del país”, explica Cheli.

Por Alejandro Cannizzaro – CCT CENPAT.