La arquitectura que vivimos día a día tiene un nombre: arquitectura contemporánea.

La arquitectura contemporánea la vemos todos los días y, lo que se construye, será el legado del mañana, por eso es importante adentrarnos y conocer este estilo lleno de expresividad y personalidad.
Edificio naranja con curvas arquitectura contempornea y cielo azul.
Te presentamos la arquitectura contemporánea: novedosa, actual y sensitiva.Ricardo Gomez Angel / Unsplash.

La arquitectura contemporánea es tan sensible como armónica. Este estilo, que sigue en proceso de construcción, apenas lleva medio siglo desde su nacimiento, aunque no por ello carece de presencia y de obras significativas que revolucionaron el mundo arquitectónico. Lo contemporáneo, además, es un estilo globalizado, a diferencia de aquellos que estuvieron concentrados en una región. Es por eso que en la actualidad, la arquitectura contemporánea ha destacado en Latinoamérica, dejando claro el talento que todos los arquitectos y arquitectas poseen en la escena del diseño.

La expresividad, la iluminación y la coherencia de la arquitectura contemporánea son dignas de ser estudiadas, y las siguientes líneas pretenden esbozar el poder en acción de este movimiento tan nuevo, como propio y conocido por todos.

La arquitectura contemporánea es un estilo que sigue cambiando y evolucionando.Anthony Macajone / Pexels.

¿Qué características tiene la arquitectura contemporánea?

Es difícil definir las características de la arquitectura contemporánea, pues es un estilo que sigue cambiando y evolucionando dentro de sí misma, sin embargo, en las cuatro décadas en las que ha estado vigente, hay cinco puntos que son constantes y se han consolidado a lo largo de los años.

Por su formas, manejo de luces y materiales, así como funcionalidad, la arquitectura contemporánea es sinónimo de armonía.Guillaume Meurice / Pexels.
Expresividad

A diferencia de otros estilos históricos que concentraron su estética en demostrar poderío y una belleza celestial, o el modernismo, que colocó la funcionalidad como prioridad, la arquitectura contemporánea ha perfeccionado el concepto de la armonía. Para las obras contemporáneas es importante crear un equilibrio en todos los conceptos que conforman la arquitectura y lograr que transmita emociones a través de ella; evocar una belleza inteligente ha sido uno de los retos actuales.

Si bien, la arquitectura contemporánea no se recarga en el historicismo si lo hace en el entendimiento contextual. Los arquitectos se han preocupado por entender los entornos culturales, físicos, sociales y climáticos de los lugares en donde se construirán los edificios, y tal estudio les ha permitido crear obras con mayor sensibilidad. Dicha capacidad sensorial se ha visto reflejada en una aplicación conceptual y proyectual; la arquitectura contemporánea se basa en ritmos, texturas, iluminaciones, alturas, jerarquías visuales, percepciones, claroscuros, yuxtaposición de planos, cohesión espacial, entre otros elementos, para lograr edificios altamente expresivos y funcionales.

La sustentabilidad ha sido clave para la arquitectura contemporánea.

Cindy Shebley / Pexels
Sustentabilidad

Por la innegable crisis climática, la arquitectura contemporánea se ha visto obligada a ser ambientalmente consciente. Hoy, la arquitectura no sólo debe responder a una estética y una función, también debe ser responsable con su construcción, su eficiencia energética y sus materiales. Lo contemporáneo es arquitectura sustentable.

¿Cómo lo ha logrado? Los materiales utilizados dentro del proceso de la obra son reciclados en su mayoría; los materiales para los acabados locales se han popularizado y, por ende, se dejaron de exportar entre naciones; se han utilizado los recursos arquitectónicos como las orientaciones y los soleamientos para disminuir el uso de aire condicionado, calefactores, ventiladores e iluminación artificial. La eficiencia energética se ha alcanzado gracias a los paneles solares, almacenaje y distribución de aguas pluviales, tratamiento y reconducción de aguas grises, etcétera. Todas estas acciones se han tomado en práctica para disminuir la contaminación inherente del quehacer arquitectónico.

La arquitectura contemporánea ha encontrado un tesoro estético en el juego de materiales.

Rafael Gamo
Materialidad

La versatilidad de la arquitectura contemporánea recae en su materialidad. En lugar de concentrarse en uno sólo y homogenizarlo a lo largo del mundo, la arquitectura contemporánea ha optado por jugar con los materiales, con sus texturas, sus contrastes tonales, incluso sus capacidades térmicas, y lograr una hermosa mezcla plástica.

La libertad expresiva en los materiales también significa mayor identidad arquitectónica, por lo que cada país ha encontrado una línea estética de acuerdo a sus recursos materiales disponibles, ya sean naturales como la piedra, el adobe y los ladrillos, o industrializados como el acero y el concreto.

La arquitectura gótica y la arquitectura contemporánea comparten un diseño: la ilumiación.Rodolfo Boscan / Pexels
Iluminación

La iluminación en la arquitectura ha sido uno de los recursos más utilizados y en la contemporánea no es la excepción. La luz esconde muchos beneficios. Desde el punto de vista estético, es capaz de dar profundidad a la arquitectura, además aporta una percepción de espacialidad. Su manejo, de acuerdo al grado de sensibilidad que se quiera alcanzar, crea un juego de claroscuro que termina siendo poético. Pero eso no es todo, sus beneficios también son percibidos por los usuarios, quienes aprovechan la luminosidad para el mejor desarrollo de sus actividades cotidianas. Por otro lado, una buena iluminación natural permite eficientizar energéticamente a los edificios.

La arquitectura contemporánea se ha preocupado por crear grandes espacios que impresionen a cualquiera.Luis Dalvan / Pexels
Espacio

Como sucesora del modernismo, la arquitectura contemporánea ha seguido el legado de la espacialidad. Desde el siglo XX, los arquitectos optaron por diseñar espacios flexibles y, en lo contemporáneo, este rubro ampliarse y explotarse.

La eliminación de los muros, las conexiones visuales entre espacios, el uso de materiales, colores e iluminaciones que acentúen la percepción espacial, son algunos de los ejemplos de la importancia que la arquitectura contemporánea le ha conferido a la habitabilidad.

La arquitectura contemporánea nació en los años 80.Nikita Soloviov / Pexels

¿Cuándo se originó la arquitectura contemporánea?

La arquitectura contemporánea surgió como concepto a finales del siglo XX, en la década de los 80. Este período se estima como origen gracias a la modernización de los sistemas computacionales, que permitieron la profundización en nuevas técnicas y visualizaciones.

La tecnología es uno de los pilares en el desarrollo de la arquitectura contemporánea, ya que gracias a ella, los edificios han desafiado los límites alcanzados por los movimientos anteriores. Ahora, los edificios son más altos, más delgados, con grandes volados soportados con el mínimo de apoyos o con formas nunca antes logradas por su complejidad estructural. La visualización en 3D también ha sido fundamental a la hora de crear espacios únicos, pues dicha preconcepción digital ha permitido corregir y perfeccionar los diseños.

La arquitectura contemporánea no debe confundirse con la arquitectura moderna.saifullah hafeel / Pexels.

¿Es lo mismo la arquitectura moderna y la arquitectura contemporánea?

Es común que estos dos términos sean confundidos, pues se cree que la arquitectura que acontece actualmente es la moderna. Sin embargo, son dos estilos completamente distintos con un siglo de diferencia entre ellos.

La arquitectura moderna tomó lugar durante el siglo XX, en la que los avances de la Revolución Industrial permitieron mayor desarrollo en las plasticidades de los edificios. Este período negó toda conexión con la historia, por lo tanto, cualquier ornamento, cánones clásicos y elementos constructivos, como la bóveda y la cúpula, quedaron relegados.

El modernismo buscó la limpieza y sinceridad de sus líneas y formas a través del concreto, el acero y el cristal. La filosofía que rigió el movimiento fue “la forma sigue a la función”, del arquitecto Louis Sullivan y, así, los espacios condicionaron las volumetrías de la arquitectura moderna. El modernismo derivó en más estilos como: la arquitectura brutalista, que puso énfasis en la honestidad de los materiales; la arquitectura orgánica, que se preocupó por la inclusión de elementos naturales en el diseño; la arquitectura deconstructivista, que rompió con la ortogonalidad y la simetría que impuso el modernismo y, además, se esforzó por crear formas inusuales y únicas; la arquitectura High Tech, que se mantuvo dentro del diseño moderno, pero incluyó elementos industrializados y tecnológicos, entre otros.

Por su parte, la arquitectura contemporánea se inspiró de algunas ideas del modernismo, pero es una corriente independiente que surgió un siglo después y aún no caduca. Al igual que el movimiento que la antecede, la arquitectura contemporánea no imita cánones clásicos ni sistemas constructivos históricos, aunque tampoco jerarquiza la función sobre la forma. El objetivo de lo contemporáneo es el equilibrio y la armonía entre todos los elementos arquitectónicos, la estética es tan importante como su función, asimismo debe ser sustentable en la medida de lo posible y considerar a su usuario en todo el diseño.

La arquitectura contemporánea es sinónimo de expresividad.Joakim Nådell / Unsplash

¿Cuáles son los 3 ejemplos de arquitectura contemporánea?

Estos son los tres ejemplos que representan a la perfección el sentimiento dentro de la arquitectura contemporánea:

La arquitectura contemporánea permite mayor exploración en formas y materiales, así lo hizo el Museo Internacional Barroco, en Puebla.Leo Manjarrez / Unsplash
Museo Internacional del Barroco
Toyo Ito

En Zaragoza, Puebla, el arquitecto japonés Toyo Ito encontró la manera de convertir el sentimiento en arquitectura. La construcción del museo terminó en el 2016 y durante los siete años que ha estado abierto ha cautivado el corazón de los amantes del diseño que acuden a él.

El arquitecto ganador del Premio Pritzker declaró que su concepto para el museo fue la relación entre el hombre y la naturaleza, así como la luz y la sombra. Los planos curvos de la fachada representan la libertad de lo natural, mientras que el espejo de agua y la materialidad recuerdan a los paisajes mexicanos. Los planos sobrepuestos crean el perfecto juego de sombras que bailan entre los pies de todos los visitantes.

La sensibilidad del arquitecto Ando demuestra la directriz de la arquitectura contemporánea.rawkkim / Unsplash
Chichu Art Museum
Tadao Ando

No se puede hablar de arquitectura contemporánea sin mencionar al arquitecto Tadao Ando. El Chichu Art Museum se esconde entre las colinas de la isla de Naoshima y es fiel a la expresividad del arquitecto gracias a sus perspectivas dirigidas. Medio enterrado, el museo explota la solemnidad gracias al concreto aparente que acompaña a la geometría meticulosa de los espacios.

La templanza del museo invita a la contemplación y la reflexión, acciones que se acentúan por medio de las sombras que recorren los patios internos del museo. Las vistas aéreas del museo muestran un juego lineal y armonioso entre la naturaleza del entorno y la formalidad de una arquitectura pensada para cautivar.

Los materiales sinceros y en bruto del museo son el medio para su integración al paisaje.Rafael Gamo
Remodelación y ampliación del Museo Anahuacalli
Mauricio Rocha

El último de los representantes de la arquitectura contemporánea es el Museo Anahuacalli, de la mano del arquitecto mexicano Mauricio Rocha. El sentido de respeto y armonía de la remodelación y ampliación le otorgó el primer lugar en el concurso MCHAP 2023.

Asentado sobre la roca volcánica del Pedregal, Rocha se valió de las texturas y materiales para entablar un diálogo entre lo natural y lo construido. La lectura de la arquitectura es coherente con su contexto y su majestuosidad se vive a través de pasillos y salas. El arquitecto es un gran exponente en todo el territorio mexicano y su trabajo busca brindar una personalidad a la arquitectura nacional contemporánea.