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. MGAG 2021 APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO, PUEBLA MARIA GUADALUPE ALVAREZ GRAYEB 2021 2 APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA MARIA GUADALUPE ALVAREZ GRAYEB OTOÑO 2021 Cuando los franciscanos llegaron a la Nueva España se repartieron en torno a veinte leguas para constituir las cuatro cabeceras de la evangelización: Los primeros conventos franciscanos que se construyeron en los señoríos indígenas más importantes son MéxicoTenochtitlan, Texcoco, Tlaxcala y Huejotzingo, para desde ahí extenderse a otras regiones, (AGUIRRE, 2013), nueve meses después llegaron más franciscanos para fundar su quinto convento en Cuernavaca. (FRENANDEZ, 2015) Entre los primeros religiosos que llegaron a la nueva España; “Los doce Apóstoles”, se encontraba: fray Martín Valencia, fray Francisco Soto, fray Martín de la Coruña, fray Toribio Benavente (Motolinía), fray García de Cisneros, fray Luis de Fuensalida, fray Juan de Rivas, fray Francisco Jiménez, fray Andrés Córdova, fray Juan Juárez y fray Juan Palos, (MORALES, 1993) quienes iniciaron la conversión de los naturales al evangelio. (PIÑA, 2013). Salieron de San Lúcar de Barrameda hacia México el veinticinco de enero de 1524, (FERNANDEZ, 2015) y llegaron a las costas de México el trece de mayo de 1524. Los frailes franciscanos hicieron una de sus imponentes fundaciones conventuales hacia la primera mitad del siglo XVI, en el antiguo señorío prehispánico de Tecamachalco para entonces perteneciente al obispado de Puebla; junto con los conventos de Cholula, Huejotzingo, Tlaxcala, Tepeaca, Calpan, Zacatlán, Cuauhtinchan, Quecholac, Tecali, Huaquechula, Tehuacán y Xalapa. (MORALES, 1993) APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 3 Fue el padre guardián del convento de Tepeaca; fray Diego de Estremera; el primero en llegar a éste pueblo Popoloca. En los anales de Tecamachalco, está citado en el párrafo sesenta y cuatro: “En este año de 1541, entonces se establecieron por primera vez los padres aquí en el señorío “Altepetl” de Tecamachalco, en la fiesta de Santa Clara, el doce de agosto. Nuestro querido padre Fray Diego de Estremera, que era guardián en Tepeaca, vino a dejarlos. Aquí se registran sus nombres: Fray Nicolás y Fray Domingo” Poco tiempo después, Fray Francisco de las Navas bautizó a todos los macehualtin e inmediatamente, junto con fray Cimplio bautizaron a todos los Popoloca. En el mismo año se eligió el sitio en el que se levantaría la iglesia y el convento. (SOLIS, 1992) Justo diez años después, se dedicó a la Santísima Virgen de la Asunción. Esta devoción se ve plasmada en muchos conventos franciscanos; porque San Francisco "desbordaba de amor indecible a la Madre del Señor Jesús, por haber hecho hermano nuestro, al Señor de la majestad y haber tenido misericordia de nosotros. En ella, sobre todo, después de Cristo, ponía toda su confianza y por eso la hizo abogada suya y de sus hermanos. Ayunaba en su honor con gran devoción, desde la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo hasta la fiesta de la Asunción" (GUERRA, 1998). En la Nueva España, no pocos conventos franciscanos fueron dedicados a la virgen de la Asunción, una constante observable es que están donde hubo importantes señoríos prehispánicos. El primer padre guardián que tuvo Tecamachalco fue fray Andrés de Olmos en 1543, y el segundo fue fray Diego de Estremera, que lo fue desde 1545 hasta 1547. Le siguió fray Francisco de Toral desde 1548 hasta 1550. Para mediados del Siglo XVI, en la nueva España no se había conseguido congregar del todo a los naturales, quienes seguían practicando ritos religiosos prehispánicos, fray Pedro de Gante identificó la dispersión de los caseríos como el problema principal. Luis de Velasco; el segundo virrey apoyándose de las órdenes religiosas, seleccionó y visitó algunas cabeceras para establecer monasterios y visitas, dictando ordenanzas para posibles problemas APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 4 de la vida comunal (AGUIRRE, 2013), bajo ese plan llegó a Tecamachalco, según nos señala los anales de Tecamachalco en el párrafo ochenta y tres: En este año (1550) vino el virrey Don Luis de Velasco, el día miércoles 3 de septiembre. En Altecalehcan, lo fueron a recibir el gobernador Don Felipe Juárez, alcaldes y Juan de Ojeda y Diego Rodríguez; los alcaldes Don Pedro, Francisco Jiménez y todos los pipiltin. Al siguiente año; (párrafo ochenta y seis) siendo guardián fray Juan de Vezar; se realizó la inauguración de la edificación del templo franciscano en Tecamachalco; en 1551, en la fiesta de la Asunción el 15 de agosto. La fiesta de pueblo “altepeilhuitl” cayó en sábado, pero se hizo después; el domingo, (SOLIS, 1992) La misma cita apunta que “Se edificaron casas allá en Tecamachalco”, lo cual sugiere que el “nuevo Tecamachalco” planeado y trazado por los franciscanos, empezó a funcionar como pueblo en ese año; con los naturales que para entonces lograron congregar, trayéndolos de los antiguos asentamientos prehispánicos pertenecientes al señorío. Para 1553, según el párrafo noventa y cinco, se contaron las casas de los macehualtin, lo que demuestra una interesante ocupación, solo dos años después. (Si el Tecamachalco actual decidiera celebrar quinientos años de existencia; serían los festejos en el año 2051, dentro de treinta años). En los años posteriores, según la misma fuente, hubo una fuerte movilización para reubicar y congregar a los naturales, en 1557, el virrey visitó nuevamente Tecamachalco, junto con el obispo fray Martín de Hojacastro para reagrupar a los macehualtin en los templos. Misión que designó al obispo junto con el alcalde mayor de Tepeaca Cristóbal de Espíndola, la que realizaron entre mayo y septiembre del mismo año. En esa visita recorrió calles y observó que los macehualtin se cambiaron de sitio y vinieron a construí sus casas aquí a causa de la doctrina y el cristianismo. (párrafo ciento diez y ocho), lo cual se antoja intencional por parte de los frailes para demostrar que están cumpliendo con la misión de congregar a la gente, aunque haya sido para esa fecha; parcialmente. APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 5 Ese año, (1557) debió estar casi concluida la construcción del templo, dado que el virrey subió a la cima del templo a observar por todas partes, aunque los acabados y la decoración estaban pendientes. En 1559 se hizo el sagrario del sacramento (p 144). En 1560 se construyó el arco toral1 de piedra, estando el pintor Juan Gerson ( p 161). El 19 de mayo 1562 empezó a pintarse el soto coro y la capilla (p166). El 14 de agosto se terminó de pintar la iglesia (p 168), (SOLIS, 1992) justo un día antes de la fiesta de la Asunción, en la que debió haber una importante celebración. Para 1643, los frailes ya tenían organizado el trabajo evangélico, habían establecido varias visitas en los alrededores como lo fueron Santiago Alseseca, San Agustín del Palmar, San Mateo Tlaixpan, San Francisco Coaco y San Miguel Xaltepec entre otras. Eran localidades integrantes del Altepetl de Tecamachalco. (GARCÍA M. B., 1997) ARQUITECTURA El edificio fundamental para la evangelización era el convento, el cual no solamente servía de residencia a los frailes, sino que también hacía el papel de escuela, hospital, hospedería, etcétera, por lo que constituía un verdadero centro de servicio social. (PIÑA, 2013). Las ordenes mendicantes como la de los franciscanos, desarrollaron proyectos arquitectónicos acordes a los recursos humanos y materiales de cada localidad, llegando de España maestros carpinteros, arquitectos, canteros etc., para construir una gran cantidad de conventos e iglesias. Como la mano de obra era insuficiente; abrieron las escuelas de artes y oficios donde instruyeron a los naturales en las técnicas constructivas. En la construcción de una iglesia o convento, colaboraban los naturales de las poblaciones circunvecinas, siendo ellos quieres erigieron los grandes complejos conventuales dirigidos por los españoles. 1 Un arco toral, es un elemento estructural, cada uno de los cuatro arcos sobre los que generalmente descansa una cúpula u otro tipo de cubierta elevada en un crucero u otro espacio arquitectónico similar. (Wikipedia) APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 6 Los indígenas aportaron además de la mano de obra; sus conocimientos técnicos, ya que eran ellos los que conocían los materiales de cada región, así se fusionaron los estilos arquitectónicos locales con los traídos por los españoles como por ejemplo la arquitectura hispano musulmana. (http://132.248.9.195/, 2008). La conformación arquitectónica del templo y del convento de Tecamachalco Puebla; corresponde al estilo monástico religioso conventual de traza moderada, militar, es decir, de tipo fortaleza. (Imagen 1). La nave construida con vigoroso mamposteo y la bóveda de un solo cañón sostenida con nervaduras en crucería, son características del siglo XVI. (MOYSSÉN, 1964) La iglesia cuenta con un coro elevado. Todo el conjunto tenía pinturas al fresco, de las que se pueden apreciar solo algunos vestigios. El claustro cuadrado, con una fuente al centro del patio y corredores en sus cuatro lados que juntos tienen doce arcos de medio punto. En el ala norte colinda con la iglesia y en el ala sur se encuentra el refectorio y un campanario de espadaña, para llamar a los oficios y a las comidas. Imagen 1. Antiguo convento franciscano en Tecamachalco Puebla. Fotografía: Colección personal (2011). APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 7 En ésta ala también se encuentra un lavabo, la cocina y la despensa. Como parte del conjunto conventual, en el claustro había celdas, baños, refrigerador, bodegas, sala de profundis, biblioteca, depósitos de agua o aljibes y molino. En el lado oriente, se encuentra la sacristía y anti sacristía. Las instalaciones contaban con canaletas para el aprovechamiento del agua de lluvia y sus depósitos, así como instalaciones de plomería y drenaje. Como todos los conventos, contaba con un huerto y un cementerio. En el lado sur de la fachada se encuentra lo que fue la capilla abierta, que según (KUBLER, 2016) la capilla abierta fue una invención específicamente mexicana. No sabemos si existieron las capillas posas en los extremos del gran atrio, pero en el interior del claustro, en las esquinas de los pasillos, se encuentran “altares posas” para descansar al santísimo en las procesiones y rezos internos, los que servían también de cajas de resonancia al impartir la doctrina. (Imagen 2). Imagen 2. Altar posa en el extremo del pasillo poniente del claustro del convento de Tecamachalco. Fotografia: colección personal (2011.) APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 8 El lado norte, tiene una torre conformada por tres cuerpos o niveles que representan a la santísima trinidad y le da un sentido de ascencionalidad sobre el pueblo; con su campana que convoca la bendición de Dios y ahuyenta a los malos espíritus. En la base de la torre, está empotrada una escultura lapidaria de una imponente águila que porta diadema real y de su pico emana una hermosa representación del “atlachinolli”, de corte prehispánico; ésta águila rememora al tlacochteuhtli Quetzpaltzin, y la grandeza del señorío de Tecamachalco. (Imagen 3) A sus pies están registradas las fechas de inicio de la construcción del convento y finalización de la torre con caracteres castellanos, latinos y pictogramas calendáricos prehispánicos. Imagen 3. Escutura que representa al Señorío de Tecamachalco. Fotografía: Colección personal (2011) Las instalaciones conventuales dividían sus espacios en públicos; los que dedicaban a la enseñanza y al culto, como el coro, las capillas, el atrio, la escuela y el hospital y en los espacios privados del convento; lo que corresponde al claustro. Todas las ventanas, las APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 9 puertas y los espacios abiertos están diseñados para dejar pasar la luz de día e iluminar los interiores perfectamente, por ejemplo, dentro de la iglesia, es sorprendente al observar la iluminación del altar y el púlpito a las nueve de la mañana, especialmente, en el mes de agosto y al ponerse el sol, la luz entra por la puerta principal e ilumina el altar dándole un efecto de luz propia. En los pasillos del segundo piso del claustro; que desgraciadamente ya no existe, los religiosos aprovechaban los últimos rayos del sol del atardecer para estudiar, justo a un lado de los arcos. En el convento de Cuauhtinchan, por ejemplo, aún están las bancas de mampostería que usaban para ese fin. La decoración escultórica de la iglesia se concentra principalmente en las dos portadas, la puerta principal corresponde al estilo gótico isabelino2, según (MOYSSÉN, 1964). Quien define se trata de un estilo común en la arquitectura mexicana del siglo XVI. Para (KUBLER, 2016) se trata del estilo gótico florido; en una portada única sobre una fachada llana, es decir carente de contrafuertes diagonales o formas estructurales, donde la portada y la ventana del coro; enmarcada en un arco conopial3 se integran en una composición única en México, conformando un ejemplo maestro de decoración rica y sobria, lograda únicamente con elementos arquitectónicos. (Imagen 4). La puerta norte o de la porciúncula; despliega molduras semejantes enriquecidas por las exquisitas bandas foliadas en el borde del arco. (Imagen 5). No se conocen más ejemplos en México de semejante elegancia y precisión en la talla durante el siglo XVI. (KUBLER, 2016) Dicha puerta lateral, presente en toda iglesia franciscana, posee una importancia decorativa superior. Tiene un diseño mudéjar, interpretado y enriquecido con el espíritu y la técnica del artista indígena que intervino en su construcción. En ésta puerta se destaca el empleo que se ha hecho del tezontle, material que los indígenas usaban para dar color; el cual aprovecharon para cubrir el espacio comprendido entre las vueltas del arco trilobulado y al 2 Gótico hispano-flamenco, también llamado estilo Reyes Católicos, es un estilo propio de la Corona de Castilla durante el reinado de los Reyes Católicos, que representa la transición entre el gótico final y el renacimiento inicial, con características estructurales góticas originales e influencias decorativas de la tradición castellana, del mudéjar, de Flandes y, en menor medida, de Italia. 3 Arco conopial (o flamígero), de la palabra latina conopeum, (dosel o cortinaje que cubre el techo de una cama) es un tipo de arco apuntado gracias a una escotadura en la clave con un vértice puntiagudo hacia arriba. Aparece al final del Gótico, en los siglos XIV y XV, y se utilizó posteriormente, en especial en el arte neogótico. Su origen es controvertido y se halla probablemente en los arcos de la arquitectura islámica. Tomadas de https://es.wikipedia.org APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 10 arrabá. (Imagen 5). También sobresalen por su fuerza y carácter las águilas esculpidas en el bajorrelieve que corre en torno del arco; compañeras de la que aparece en la lápida de la torre y que respiran aún, el aliento de la gran escultura prehispánica. (MOYSSÉN, 1964) En el lado norte del atrio, se conserva parte del acueducto en posición perpendicular al edificio, cuyos arcos de carga de medio punto, compensan la altura que existe entre la planta y la altura del claustro, por un lado, y el nivel del cerro por el otro, de dónde provenía el agua del risco y de captación que abastecía al convento, seguramente por un sistema de canaletas ocultas que atraviesan el templo. La diferencia de niveles entre éstos, nos recuerda el sistema antiguo de terraceado sobre el que se desarrolló la urbanización del Tecamachalco colonial, las terrazas de tipo mixtas; (ROJAS, 1990) aún se observan más fácilmente en el ala poniente de la ciudad, es decir en el barrio de San Sebastián. Imagen 4. Portada principal, lado poniente. Templo del convento de Tecamachalco . Fotografía: Colección personal (2011) APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA Imagen 5. Puerta de la Porciúncula . Lado norte del templo del convento de Tecamachalco. Fotografía: Colección personal (2011) ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 11 ICONOGRAFIA El convento de Tecamachalco es un lugar de suma importancia en la historia del arte virreinal mexicano del siglo XVI, porque en él se encuentran las pinturas del soto coro, hechas por la mano del indígena principal Juan Gerson, pintadas y firmadas en 1562; (KUBLER, 2016) el Tlacuilo más importante de la época, quien pudo imprimir una rica y colorida iconografía extranjera con maestría, cuyo elemento pictórico principal es el uso del azul maya4, que es un pigmento indestructible y se encuentra en muchas zonas arqueológicas, códices y en numerosos conventos de la misma época. Imagen 6. Pinturas del soto coro del templo del convento Franciscano de Tecamachalco. Fotografía: Colección personal (2011). 4 El azul Maya. Es un complejo orgánico-inorgánico estable y no un mineral natural. Los azules llamados “mayas” se fabrican al fijar el tinte orgánico índigo en los minerales arcillosos paligorskita (también conocida como atapulgita) y saponita, arcillas que solamente se encuentran en la península de Yucatán y Guatemala, de ahí su nombre. (MAGALONI, 2019) APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 12 Este arte no es muy frecuente, las pinturas del soto coro que representan al antiguo testamento estaban prohibidas pues podrían parecer judaizantes, por eso adquieren esa singular importancia. Es probable que Juan Gerson contara con imágenes grabadas en la biblia que se imprimió en Lyon Francia en 1558. Sin embargo, Juan Gerson estampó una gran dosis de originalidad, adaptando aparte de su estilo muy personal y los materiales comunes para él, ciertos cambios por el tamaño de los medallones y el espacio que ocuparían en el soto coro. Estas imágenes son la obra más exótica que nos ofrece la pintura colonial novohispana, habiendo entre ellas ocho escenas del libro del Génesis y el de Ezequiel, diez y seis pasajes del apocalipsis de San Juan y los cuatro símbolos de los evangelistas. (CAMELO, LACROIX, & REYES VALERIO, 1964) (Imágenes 6 y 7). Los tlacuilos; eran los artistas indígenas dedicados a la pintura mural y de códices desde antes de la conquista, quienes realizaron obras en el siglo XVI. En las escuelas de artes y oficios de los conventos; se creó un grupo al que se encomendó representar imágenes religiosas. Los tlacuilos fueron quienes iniciaron la labor de la decoración de los primeros templos; sin embargo, los artistas que realizaron la mayor parte de la decoración mural pertenecían a otra generación indígena: fueron aquellos niños que ingresaron a las escuelas de artes y oficios mencionadas. La pintura mural es uno de los elementos de la estructura estética de los conventos del siglo XVI, junto con la arquitectura y la escultura y era una técnica dominada por los indígenas. La influencia prehispánica es más notoria en los códices novohispanos que en la pintura mural que se encuentra en varios recintos conventuales: Las capillas abiertas y posas, la nave, el claustro, la sacristía, el refectorio y hasta las porterías. La técnica se extendió a la arquitectura civil, como el caso de la casa del Deán en Puebla. Otros elementos que los indígenas integraron a las obras de arte y que podemos encontrar en diversos detalles, son las flores de cuatro pétalos, serpientes, mariposas, vírculas, el sol, la luna, son símbolos prehispánicos que representan según ‘Constantino Reyes Valerio’ el encuentro entre las dos culturas, y él mismo las nombró arte indo cristiano. (CAMELO, LACROIX, & REYES VALERIO, 1964) APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 13 Imagen 7. Los cuatro jinetes de apocalipsis. Soto coro. Juan Gerson 1562. Fotografía: Colección personal (2011). LA VIDA EN EL CONVENTO DE TECAMACHALCO Las órdenes vivían religiosamente en sus conventos bajo la autoridad de su provincial y con el ejercicio diario de la oración. Estaban obligadas a acatar los preceptos de la regla, de las constituciones, el oficio divino y la obediencia. El guardián era el centro de la administración disciplinaria. Su vida diaria estaba sujeta a una estricta disciplina, excepto en las fiestas de guardar, tales como la semana mayor, los viernes primeros de cada mes y los días domingo, cuando era necesario que los horarios y las actividades variaran en virtud de las celebraciones, pues si de forma cotidiana había procesiones, durante esos días se multiplicaban. El rezo de las horas canónicas, que son las diversas partes del oficio que la iglesia acostumbra en distintas horas del día, regulaban la vida conventual. Estas debían ser APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 14 dichas siempre en comunidad y en el coro del templo. Así, a media noche se rezaban maitines, seguidos de una hora de oración mental y al amanecer se decían las oraciones matutinas. A continuación tenía lugar la celebración de la eucaristía y consecutivamente, a lo largo del día se continuaba con diferentes oficios, para todo ellos siempre tenía que estar reunida la comunidad, independientemente del número de religiosos que habitaba el convento, ya que éste podía variar entre dos y hasta cuarenta o cincuenta frailes, dependiendo no sólo del tipo de casa, es decir su jerarquía y su complejidad arquitectónica, sino de su localización geográfica, puesto que de todo ello dependía que fuera un convento mayor o uno menor, una vicaría o una visita. La vida diurna terminaba después de las llamadas horas completas, aproximadamente a las ocho de la noche y a partir de ahí el silencio debía ser absoluto, pero aprovechado para la meditación y el estudio; parte fundamental en la vida conventual. Los frailes también tenían a su cargo la traza de las poblaciones, de los caminos, de las obras hidráulicas y de cultivar la tierra con nuevos métodos. Para todas estas labores se valían de la ayuda de la comunidad. Los frailes participaban en la elección de las autoridades civiles y organizaban, en gran medida, la vida de las poblaciones. En síntesis, su labor y vida cotidiana habla de una fe interior, sencilla y unificada, concentrada en la esencia más que en la superficialidad, pues la vida diaria estaba marcada por una férrea disciplina. No debemos olvidar que estos recintos se caracterizaron y fueron sobresalientes en el siglo XVI como importantes centros de estudio de teología, artes, lenguas indígenas, historia y gramática. En ellos tuvieron su origen las escuelas de primeras letras, en donde los niños, tomados bajo el tutelaje de los frailes, fueron un medio muy importante para la conversión de los naturales; de ahí la importancia de las escuelas conventuales, especialmente, las dirigidas por franciscanos, quienes además se abocaron a la enseñanza de las artes y los oficios dando origen a los gremios. (México en el Tiempo, 1998). APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 15 FRAILES LINGÜISTAS QUE HABITARON EL CONVENTO DE TECAMACHALCO EN EL SIGLO XVI. El convento de Tecamachalco fue un importante centro de cultura. Habitaron la casa conventual lingüistas tan destacados como Fray Francisco de Toral, autor de varias obras en lengua Popoloca. Francisco de Toral fue guardián del convento de Tecamachalco de 1548 a 1550 y después de ir a Castilla y volver con más frailes, regresa a ser guardián en 1556 y 1557, para irse en 1558 a ser obispo de Yucatán. (MOYSSÉN, 1964) Fue el quien le ordenó a Fray Bernardino de Sahagún “que escribiese en lengua mexicana lo que le pareciese útil para la doctrina, cultura y manutencia de la cristiandad destos naturales desta Nueva España, y para ayuda de los obreros y ministros que los doctrinan”. En el Tomo II de la Historia de Úbeda en sus documentos, el autor: Ginés de la Jara Torres Navarrete, señala que: (cito en extenso) " El Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Fray Francisco de Toral, que fue primer Obispo de Yucatán, el cual nació en la ciudad de Úbeda de padres muy honrados, de lo bueno de ella, y cristianos viejos llamados Juan Santos y Catalina Toral. Tomó el hábito en su tierna edad en este convento (San Francisco de Úbeda) el año 1516 a tres de enero. Y habiendo profesado y estudiado en su provincia las artes y teología, movido por el celo de la salvación de las almas, pasó a Nueva España donde vivió con grande ejemplo y religión”. Trabajó mucho en reducir a método la lengua de los indios popolocas y fue el primero que la aprendió, y dio orden para que los demás la aprendieran. Aprendió también la lengua mexicana y en Tecamachalco y tierra de los popolocas; trabajó mucho en redimir almas a nuestra santa fe, y de tal suerte obró, que es increíble el número de indios que bautizó. Fue custodio de la provincia del santo evangelio en 1533. Y llegado a España, anduvo la mayor parte de ella a pie, y descalzo, buscando varones religiosos de su misma profesión, y espíritu, para la conquista de las almas. Acabado el capítulo volvió a NuevaEspaña llevando consigo treinta y cuatro religiosos. Después de algunos años le eligieron los padres de su provincia el décimo ministro provincial de ella. La gobernó con suma aprobación y antes de acabar su oficio, habiendo APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 16 llegado a España la fama de su virtud y gobierno, lo nombró, la majestad católica; primer obispo de Yucatán. Aceptó el obispado y antes de consagrarse viajó a España a ciertos negocios de importancia a donde se consagró. Volvió a su iglesia y siendo obispo, deseando enteramente dedicarse a la conversión de las almas; renunció al obispado. Lo cual no se le admitió y habiendo ido a México a negocios preciosos, pasó de esta vida y fue sepultado en el Convento de San Francisco de aquella ciudad en medio de la capilla mayor en el año de 1571. Dejó fundado un patronato de 400 ducados de principal, para que en la ciudad de Úbeda se haga todos los años un aniversario por su alma y las de sus parientes y que este día se dé de comer a la comunidad de religiosos de San Francisco de lo que sobrare de la renta”. (TORRES, 2005) Así mismo tenemos a Fray Alonso de Molina, otro importante lingüista que recibió la guardianía en 1558, (SOLIS, 1992) este importante personaje llego de España a los diez años de edad antes de 1534, aprendió la lengua mexicana jugando con niños mexicas, para después servir de intérprete a los doce primeros padres que llegaron, a quienes el desconocimiento del náhuatl los tenía muy desconsolados, pues aunque procuraban aprenderla no había quien les enseñara. En sus intentos hacían juegos con los niños para aprender y tomaban nota de todo lo que escuchaban. Alonso, hijo de una viuda, aprendió rápido el idioma y los religiosos le solicitaron que lo pusiera a su cuidado. Así se convirtió en el maestro de los franciscanos y casi predicador pues a través de él, se les daba a entender a los naturales los ministerios de la fe. Finalmente tomó el hábito siendo el primer sacerdote ordenado en México. Fue guardián en Tecamachalco, en Texcoco, Puebla y Tlatelolco. Después escribió en náhuatl importantes obras como “El arte de la lengua mexicana y vocabulario”, “Doctrina cristiana mayor y menor” y “El confesionario breve”. Tradujo todos los evangelios y muchos otros escritos junto con otros frailes entre los que se encontraba Fray Andrés de Olmos. (CARTAS, 1889) Fray Andrés de Olmos, guardián en Tecamachalco en 1543. (SOLIS, 1992) Misionero y lingüista, primer investigador hispano de las antigüedades indígenas en la nueva España, fundador de la custodia del salvador del Tampico colonial, benefactor y APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 17 evangelizador de las Huastecas, nació en 1491, cerca de Oña en Castilla la vieja, provincia de Burgos, España. Vino a México en 1528 al ser elegido Zumárraga Obispo de México. Vino a fundar un convento en Tampico en 1530-1532. Más tarde Fray Andrés de Olmos se internó hacia el norte del Pánuco hasta los confines de la Florida, que por entonces llegaba imprecisamente hasta el río Palmas, de donde llevó hacia el sur de la sierra a un grupo de indígenas llamados olives, por su color aceitunado, a los que estableció en 1544 en la misión a la que denominó Tamaholipa. A fines del siglo XVI, ésta llegó a tener 300 casas y se convirtió en un importante centro de expansión colonial en el noreste de la Nueva España. Según el cronista franciscano Jerónimo de Mendieta, hacia 1533; de Olmos ya tenía fama de conocer muy bien la lengua mexica, se refiere a él como “la mejor lengua mexicana que entonces había en esta tierra, y hombre docto y discreto” (León Portilla 1993: XXX). Vivía entre el convento de Tepepulco en el actual estado de Hidalgo, y el de Santiago de Tlatelolco, cerca de México-Tenochtitlán donde se encontraba un pequeño colegio para jóvenes nobles indígenas, que más tarde se llamaría “Imperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco”. En este lugar encontró muchísima información complementaria para su trabajo etnográfico y lexicográfico, pues antes de escribir su Arte, escribió en 1539 un libro sobre historia antigua de los pueblos nativos (cuyas copias se enviaron a España y se desconoce su paradero), gracias a que esta obra es citada por los cronistas sabemos que contenía información de primera mano sobre creencias religiosas e historia de la época prehispánica. Partió a Hueyotlipan donde se hablaba también totonaca y allí termina el 1° de enero de 1547 su Arte de la lengua mexicana. Más tarde escribe el arte de la lengua totonaca y un vocabulario del náhuatl, siete sermones principales sobre los siete pecados mortales, en náhuatl, y su tratado de hechicerías y sortilegios. Muere el 8 de octubre de 1571, siendo el primer gramático en tres lenguas del nuevo mundo. (CARTAS, 1889). Hubo muchos otros padres guardianes, cada uno con una interesante historia como, Fray Domingo de Aréizaga, quien estuvo en Tecamachalco en 1561. (SOLIS, 1992) APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 18 Fray Domingo fue natural de Villa Real, pueblo conjunto a Legazpi, en la raya de Guipúzcoa. Desde su niñez se crio en la ciudad de Vitoria, donde tomó el hábito en el convento de San Francisco de aquella ciudad siendo muchacho, luego que se ordenó de misa vino a la Nueva España, el año de 1554, con deseo de emplearse en la viña del Señor. El comisario que lo trajo (que después fue obispo de Yucatán, fray Francisco de Toral, conociendo la bondad y virtud de este mancebo, lo escogió y llevó consigo a la provincia de Tecamachalco, que es de los popolocas: para que aprendiera aquella lengua, la cual aprendió en muy breve tiempo; y luego, prosiguió un curso de artes y otro de la sagrada teología. Además de ser un hombre de muy buen entendimiento, era de muy tenaz memoria (cosa muy necesaria para la adquisición de las ciencias), le ayudaba el querer ser un religioso enteramente dedicado a servir a Dios y aprender las letras que tan doctamente le enseñaba el excelentísimo varón fray Francisco de Bustamante, quien leyó sus cursos en el convento de Tecamachalco, donde el apostólico varón fray Domingo había aprendido la lengua náhuatl. (TORQUEMADA, 1964). En los Anales de Tecamachalco, están registrados los cursos de teología impartidos por Fray Francisco de Bustamante, en el inciso 140 dice: “en este año (1558) “comenzó a instruir, a enseñar a los padres, el día siete del mes de abril” y para el seis de agosto del siguiente año “Bustamante otra vez empezó a instruir a los padres” (SOLIS, 1992) El ex-convento franciscano de Tecamachalco vio pasar muchos más personajes tan importantes como los padres lingüistas desde el inicio de su edificación, luego, más frecuentemente desde su inauguración en 1562. Es incierto el momento en que se concluyó la vida monacal en el convento de Tecamachalco, considerando que a finales de 1640 y principio de 1641, por las órdenes del obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, los franciscanos perdieron treinta y dos parroquias, destituyendo a los frailes y declarando a las poblaciones tomadas “parroquias de españoles”. (ISRAEL, 1996), beneficiando así, a ciento cincuenta clérigos, según (MAZÍN, 2014); el convento de Tecamachalco fue uno de esos junto con los de Quecholac, Tecali, Tepeaca, Tlaxcala entre otros. APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 19 Esa información contrasta con lo que el mismo Palafox apunta al respecto a su paso por Tecamachalco en 1643, en el transcurso de su visita pastoral 5, donde señala al convento de religiosos de San Francisco, cuya manutención corre a cargo del encomendero Conde del Valle6, quien aporta cuatrocientos pesos y doscientas fanegas de maíz. Así mismo se refiere de manera más detallada a la parroquia de San Sebastián. Ambas iglesias operando al mismo tiempo, una del clero regular y la otra secular, lo que significa que el convento seguía activo. Un siglo después, en Puebla, el proceso de secularización se completó durante la gestión del obispo Domingo Pantaleón Alvarez de Abreu. A esta secularización que va de 1742 a 1754 correspondió la división de algunos curatos o la creación de otros nuevos, (MAZÍN, 2014) fecha cercana a las referidas, fue establecida la actual parroquia de la Asunción de Tecamachalco, es decir, en 1732. En 1791, el padrón de Tepeaca7 registra como habitantes del convento de Tecamachalco a varios frailes. Cito Textual: 5 Relación de la visita eclesiástica que hizo de una parte de su obispado el ilustrísimo y excelentísimo señor don Joan de Palafox y Mendoza, obispo de la Puebla de los Ángeles, del Consejo de Su Majestad en el Real de las Indias, y visitador general desta Nueva España. Año de 1643. Sábado cinco de septiembre, después de mediodía, salió Su Excelencia de Quecholac y partió al pueblo de Tecamachalco, siguiéndole muchos indios con grande afecto y lágrimas por su ausencia, y fue menester mandarles que se volviesen. Es el camino llano y corre por entre muchas labores que habían padecido la calamidad que las demás, y acudían sus dueños a pedir la bendición episcopal afectuosamente. Llegó a Tecamachalco a las siete de la noche, fue a la iglesia a hacer oración y vínose a la casa que se le tenía prevenida. Este pueblo está fundado en sitio pedregoso y desigual. Fue grande antiguamente, como lo denotan sus ruinas. Tiene hasta treinta vecinos españoles. El convento de los religiosos de San Francisco que hay en él, dedicado a la Asumpción, es grande. La parroquia, advocación de San Sebastián, está capaz, bien acomodada y con todo lo necesario al culto divino. Hay en ella tres cofradías de españoles (del Santísimo Sacramento, de las Animas y de la Santa Cruz); de indios otras tres (de la Virgen, del Nombre de Jesús, y de San Francisco), con poca obención [sic] todas, porque las misas no son ordinarias. Dan alguna ración, aunque poca, los indios, y págase de salario 400 pesos y 200 fanegas de maíz, y esto el encomendero, que es el conde del Valle. Hay en la jurisdicción cinco pueblos demás de la cabecera (San Agustín, San Mateo, San Francisco, San Miguel, Santiago) , para los cuales se dice una misa cada domingo, discurriendo por cada uno de ellos a[un]que acuden los demás. Habrá en ellos hasta 400 indios casados; todos hablan la lengua mexicana, aunque algunos son chochos. Adminístranse treinta estancias de labor. (GARCÍA M. B., 1997) 6 Rodrigo de Vivero y Aberrucia, Conde del valle de Orizaba. 7 Padrón de Tepeaca 1791, (a g n) Colaboración del Dr. Agustín Pérez García. Cronista oficial de Tochtepec Puebla. APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 20 Convento de San Francisco bajo el título de Nuestra Señora de la Asunción Reverendo Padre Guardián Fr. José Calos Peres Natural de México de 47 años Rdo. Padre jubilado Fr José Miguel Natural de México de 66 años Rdo. Padre maestro Fray Manuel Bustamante Natural de Puebla de 43 años Rdo. Padre Fray Antonio Cumplido Natural de Cumbres Mayores en Extremadura de 56 años Rdo. Padre fray Luis Martin Natural de México de 44 años Rdo. Padre fray Manuel perdigón Natural de México de 37 años Rdo. Padre fray José Arismendi Natural de México de 38 años Donado el hermano Gervacio Flores Natural de Puebla de 30 años Donado el hermano Joe María Sacarías Natural de Puebla de 44 años Los sirvientes de dicha casa son indios puros Este listado nos demuestra que el convento seguía funcionando de la forma establecida originalmente. Investigaciones futuras arrojarán la información precisa y certera respecto del término del funcionamiento del convento como tal. Hoy en día el ex convento Franciscano de Tecamachalco es el ícono de la ciudad, no hay ciudadano indiferente a su majestuosidad. A cuatro años del terremoto del 19 de septiembre de 2017, el templo continúa cerrado por los daños en su estructura, deteriorándose cada día más por la humedad en sus muros debida no solo a las grietas en la nave sino también a la falta de ventilación y cuidados. Es lamentable la aparente apatía de los representantes eclesiásticos y de las instancias oficiales que pudiendo programar la remodelación, no la han emprendido. Hacemos votos porque muy proto se tomen las medidas correspondientes antes de que la afectación llegue al punto de no retorno. Septiembre de 2021. APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE 21 BIBLIOGRAFÍA AGUIRRE, A. (2013). El clero de Nueva España y las congregaciones de indios. de la evangelización inicial al III Concilio Provincial mexicano de 1585. Revista Complutense de Historia de América., 39, 129-152. doi:http://dx.doi.org/10.5209/rev_RCHA.2013.v39.42681 ASÍS, F. D. 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Porque dando se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado, y muriendo se resucita a la vida eterna. (ASÍS, 2020) Tomado de https://es.wikipedia.org/wiki/Oraci%C3%B3n_de_san_Francisco APUNTES SOBRE LA HISTORIA DEL CONVENTO FRANCISCANO DE TECAMACHALCO PUEBLA ALVAREZ, GRAYEB M. GUADALUPE