APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
El modelo de cr ecimien to h acia
aden tr o: u n a in ter pr etación
del caso colombian o
LUIS E. VALLEJO ZAM UDIO
Profesor UPTC
Actualmente Decano de la Facultad
de Ciencias Económicas y Administrativas UPTC
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EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
RESUM EN:
En este trabajo se r ealiza un análisis de los fundamentos teóricos de la CEPAL,
h acien do én fasis en las ideas qu e sobr e la in du str ialización diseñ ó la
in stitu ción . Se estu d ia la for m a en q u e se in teg r a n la s econ om ía s
latinoamericanas con el resto del mundo y la manera en que las han afectado
las cr isis de los años tr einta y luego la de los ochenta. La investigación
demuestra que la industrialización por sustitución de impor taciones protegió
a la economía colombiana de las oscilaciones de la economía mundial y
atenuó los choques externos, de tal for ma que los procesos de acumulación
de capital fu er on men os flu ctu an tes y de esta man er a, se alcan zó u n
desarrollo industrial con una alta participación del capital extranjero .
Palabr as ccla
la
ve: cr ecimien to, Comisión Econ ómica par a Amér ica Latin a
lav
- CEPAL- , industrialización, acumulación de capital, pr otección, mer cado
inter no, sustitución de impor taciones.
ABSTRACT:
In this paper work an analysis of the Latin American Economic commission
theoretical foundations is carried out. The way as the Latin America economy
is integrated with the r est of the world is analysed in this article. Likewise,
the way as the 1930’s and 1980’s crisis affected those economies. This r esearch done demonstrates that industrialization through import substitution
pr otected the Colombian economy fr om the World economical oscillations
and attenuated the external crashes as well, so that the capital accumulation pr ocesses became less fluctuating. This was the way as an industrial
development was r eached with the foreign capital participation.
Key w or d s: gr ow th , Econ om ic Com m ission for La tin Am er ica ,
industrialization, capital accumulation, protection, internal Market, import
substitution.
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APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
Introducción
Metodología
La influencia de la CEPAL (Comisión
Económica para América Latina) en
el desarrollo latinoamericano tuvo
grandes repercusiones en los años
cincuenta y sesenta. De hecho, todos
los países latinoamericanos van a
aplicar medidas de corte cepalino;
igualmente en las dos décadas
mencionadas el keynesianismo a
nivel mundial estaba en pleno apogeo
y la CEPAL asimila y adopta muchos
de los conceptos de dicha corriente de
pensamiento. Sin embargo para los
años setenta y ochenta, dada la
penetración de las ideas neoliberales,
comienza a remplazarse paulatinamente el modelo cepalino.
La metodología utilizada a lo largo de
la investigación se basa en los siguientes elementos: la exploración de las
fuentes bibliográficas adecuadas, la
organización e interpretación de
datos estadísticos, el marco de discusión de las propias ideas y la
contrastación de las hipótesis y de los
resultados.
En la investigación se demuestra que
la industrialización por sustitución de
importaciones protegió a la economía
colombiana de las oscilaciones de la
economía mundial y atenuó los choques externos, de tal forma que los
procesos de acumulación de capital
fueron menos fluctuantes y, de esta
manera, se alcanzó un desarrollo
industrial con una alta participación
del capital extranjero.
Además, el escrito pretende examinar
cómo evoluciona el proceso industrial
colombiano a raíz de la aplicación de
las ideas cepalinas. Para alcanzar este
objetivo el estudio se dividió en tres
partes.
Una vez definido el tema y revisada la
bibliografía se inició el desarrollo de
la investigación, comparando los fundamentos de la teoría Cepalina con los
de la política económica aplicada y
luego se analizaron los resultados de
dichas políticas en la actividad económica. Esta metodología permitió tener
una visión global de la influencia de
la CEPAL en la economía colombiana
para el periodo que abarca la investigación, y posibilitó evaluar hasta qué
punto la política económica aplicada
alcanzó los resultados esperados, es
decir si los objetivos propuestos
efectivamente se alcanzaron.
En la primera se analizan los
antecedentes. La finalidad de este
apartado es indagar por los elementos
centrales del modelo de crecimiento
hacia afuera; para ello se estudia la
forma en que se integran las economías
latinoamericanas con el resto del
mundo y se explican las causas que
sustentan los cambios de precios de los
bienes
de
origen
primario.
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EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
Igualmente, se examinan los efectos
de las crisis periódicas que vive la
economía mundial, hasta desembocar
en la crisis de los años treinta.
integración de las economías de la
región con los mercados mundiales.
Para ellos, la integración se realiza a
mediados del siglo XIX.
En la segunda parte se estudia el
modelo de crecimiento hacia adentro.
El objetivo de este apartado es
examinar, desde luego de forma
sucinta, los planteamientos centrales
de la CEPAL, haciendo énfasis en las
ideas que sobre la industrialización
diseñó la institución. Para ello se
toman como punto de referencia los
lineamientos que sobre el tema esbozó
Prebisch en sus trabajos iniciales.
Es pertinente anotar que en el periodo
comprendido entre 1850 y 1930
(Bianchi, 1969) se consolidó el
desarrollo hacia afuera o modelo
primario exportador. El desarrollo
hacia afuera se caracteriza por el papel
determinante que desempeñan las
exportaciones de bienes primarios,
dichas ventas, generan los ingresos
necesarios para la compra de todo tipo
de bienes que demandan las
economías latinoamericanas.
En la tercera se analiza la sustitución de
importaciones para el caso colombiano.
La idea de este apartado es explorar la
evolución del proceso para dos periodos
de tiempo: lo efectuado antes de 1967 y
lo realizado en los años setenta y
ochenta. Los puntos centrales de este
acápite se orientan a describir cómo se
da la participación de los diferentes subsectores industriales, enfatizando en la
influencia que tiene el capital extranjero
en algunas ramas industriales.
1. Antecedentes
1.1 El desarrollo hacia afuera o
modelo primario exportador
Según algunos analistas (Furtado,
1969; Pinto, 1969; Prebisch, 1969,
entre otros) para estudiar el desarrollo
de América Latina es necesario tener
como punto de referencia la
80
De hecho, las actividades ligadas con
el sector externo de los países latinoamericanos (exportaciones e importaciones) presentan diferencias notables
con lo sucedido en el mismo sector en
las economías “centrales” (Tavares,
1969). En estas economías si bien las
exportaciones son un elemento importante en la determinación del ingreso
nacional, el crecimiento económico no
descansa exclusivamente en ellas,
como sí sucede en las economías
latinoamericanas. Las exportaciones
en América Latina además de ser
definitivas en la determinación del
ingreso nacional son el centro
dinámico de toda la economía.
De otro lado, las importaciones
también presentan diferencias notorias
entre los dos tipos de economías:
mientras en las economías “centrales”
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
las importaciones estaban compuestas
esencialmente por alimentos y
materias primas que les era imposible
producir por las condiciones climáticas
y meteorológicas existentes, en
América Latina, en cambio, si bien las
importaciones de bienes de consumo
final eran las de mayor participación,
también, se compraban bienes
intermedios y bienes de capital
necesarios para llevar adelante los
proyectos de inversión.
De hecho, la estructura productiva
antes descrita se ajusta a la división
internacional del trabajo a la que fue
sometida la “periferia”; y de ahí que es
acertada la siguiente reflexión: “la
esencia de la problemática del
crecimiento “hacia afuera”, típico de las
economías latinoamericanas, está
vinculada evidentemente a la forma de
división internacional del trabajo que
impuso el tipo de desarrollo de las
economías avanzadas y de la cual se
desprendía, para los países de la
periferia, una repartición del trabajo
social totalmente distinta” (Tavares,
1969: 152).
En la medida en que el comercio exterior avanza se construye una red vial
que conecta los centros dinámicos de
la actividad económica con los puertos
marítimos. A lo largo de dicha red se
van creando ciudades, que con el paso
del tiempo, generan ocupaciones
bancarias y financieras relacionadas
con actividades de comercio
internacional. Igualmente, con el
crecimiento del comercio exterior, el
gobierno incrementa sus ingresos de
tipo fiscal. La mayor recaudación
fiscal (Bianchi, 1969), posibilita el
pago de funcionarios públicos que
contribuyen al surgimiento de una
embrionaria clase media (con niveles
de vida altos) que irá creciendo, con
la participación de otros grupos
urbanos ocupados en actividades
vinculadas al comercio exterior. Pero,
al mismo tiempo, aquellas poblaciones
ocupadas en labores no relacionadas
con el sector externo, presentan
niveles de vida bajos y con el paso del
tiempo se deterioran aún más (Pinto,
1969).
Por lo anterior, se fue conformando
en las economías latinoamericanas un
sistema dual con características muy
diferentes: por un lado, un sector
externo ligado a actividades que
ostentan productividades altas, con
niveles tecnológicos eficientes y una
población con niveles de vida
relativamente elevados; por otro, el
resto de actividades, en las cuales las
productividades son bajas, tecnologías
rudimentarias y niveles de vida para
sus pobladores, deficientes; sobre el
tema Tavares anota: “La combinación
de un esquema dual de división del
trabajo con una acentuada desigualdad
en la distribución personal del ingreso
se encontraba, pues, en la base de la
tremenda disparidad entre la estructura
de la producción y la composición de
la demanda interna, cuyo ajuste se
efectuaba por intermedio del
81
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
mecanismo de comercio exterior. Esta
es, en última instancia, la característica
más relevante del modelo primario
exportador para comprender la
modificación que vino después de la
crisis” (Tavares, 1969: 52).
Ahora bien, como la base de dicho
modelo son las exportaciones de bienes primarios, y como es de todos
conocido, las mismas, están expuestas a variaciones de precios que no
dependen del país que las produce sino
del mercado mundial, es obvio que los
cambios de precio modifican el sector
externo y por ende la economía en su
conjunto. Las variaciones de precio de
los bienes primarios (Barros de
Castro, 1969) se pueden explicar por
diferentes razones. Una primera
explicación tiene que ver con la
aplicación de nuevas tecnologías o
por el descubrimiento de nuevas
fuentes de abastecimiento que hace
que la demanda externa de dichos
bienes disminuya; una segunda
razón tiene que ver con la saturación
de la demanda en los mercados
internacionales; una tercera explicación hace referencia a la reorientación de la demanda a otro tipo de
bienes por causas diferentes, como
puede ser: cambios en el gusto de
los consumidores o incrementos en
los ingresos que hacen que se
demanden bienes diferentes a los de
origen primario; y una última,
restricción a las exportaciones que
proviene de las políticas proteccionistas implementadas en los centros.
82
Es oportuno anotar que el crecimiento de la demanda de productos primarios no es permanente. Bien por las
razones arriba expuestas o bien por la
crisis que padecen los centros industriales, la compra de bienes de origen
primario, tiende a detenerse. Esta situación hace que se reduzca drásticamente
el sector externo, llevándose consigo al
conjunto de la economía, la cual se
contrae sustancialmente (Bianchi, 1969).
Al reducirse las exportaciones, se
disminuyen los niveles de ingresos, de
empleo y de las importaciones;
también baja la recaudación fiscal y el
descenso de las reservas internacionales es notorio. De hecho, la consecución de créditos externos es cada vez
más difícil y los capitales extranjeros
no encuentran ningún estímulo para
entrar al país. Este tipo de situaciones
era frecuente, pero pronto se pasaba
a una época boyante y el ritmo de la
economía se normalizaba.
La situación se torna crítica con la crisis de los años treinta, ya no es algo
coyuntural sino estructural, que obliga
a los países a plantear una nueva
propuesta de desarrollo. Lo anterior
se puede precisar en la siguiente nota:
“….. y de esta manera, según el
esquema tradicional, se llega con
suerte variada a 1930. La lección no
sólo es pertinente: es brutal. Y ya no
se olvida. Empieza así la nueva etapa.
Reducido dramáticamente el valor de
las exportaciones, agotadas las
reservas internacionales, imposibilitadas de obtener crédito en el
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
extranjero, las economías abiertas de
otrora se recluyen y los gobiernos
caen” (Bianchi, 1969: 3).
Como puede observarse el modelo
primario exportador comienza a
debilitarse a partir de la crisis de los
años treinta por el estrangulamiento
externo que sufren los países
latinoamericanos, motivo que impulsa
de forma decisiva la sustitución de
importaciones. A continuación se
describe dicho proceso.
2. El modelo de crecimiento
hacia adentro
La sustitución de importaciones o
“modelo de crecimiento hacia
adentro” no fue planeado, más bien
fue fruto de las contingencias externas.
Es bueno anotar que la sustitución de
importaciones, entendida como la
producción interna de lo que antes se
importaba, en algunos países como
Brasil, México, Argentina e incluso
Colombia se inició de forma incipiente
desde el último cuarto del siglo
diecinueve, lo que no se puede
desconocer es que la crisis de los años
treinta fortalece el proceso.
Ahora bien, con la creación de la
CEPAL (Comisión Económica para
América Latina), en 1948, se
consolida definitivamente el proceso,
ya que se formula una política de
desarrollo tendiente a acentuar aún
más la política sustitutiva. De hecho,
como lo anota José Antonio Ocampo
(2001) la influencia y las propuestas
de Prebisch son determinantes para
organizar y proponer medidas
concretas en torno al proceso
industrializador de la región.
La importancia de Prebisch consiste en
que a partir de un diagnóstico de las
condiciones socioeconómicas de
América Latina, propuso una teoría
económica que explica la situación
existente. Sobre el particular Rodríguez,
(2001: 41) anota: “el conjunto de las
ideas básicas y de las formalizaciones
en que se fueron plasmando
constituyen, así, un campo especial de
la teoría económica, que puede
caracterizarse como “teoría del
subdesarrollo”. Los elementos centrales
de la propuesta de la CEPAL en los años
cincuenta están dirigidos a obtener un
mayor nivel de crecimiento económico,
en el cual el nivel de productividad va a
desempeñar un papel decisivo para
elevar los niveles de vida de la
población.
De hecho, Prebisch desde los primeros
escritos consideró que la productividad era desigual en los diferentes
países y eso lo llevó a plantear que:
“…las ingentes ventajas del desarrollo
de la productividad no han llegado a
la periferia, en medida comparable a
la que ha logrado disfrutar la
población de esos grandes países. De
ahí las diferencias, tan acentuadas, en
los niveles de vida de las masas de
éstos y de aquellas, y las notorias
discrepancias entre sus respectivas
83
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
fuerzas de capitalización” (Prebisch,
1962: 1).
De lo anterior Prebisch dedujo que el
desarrollo era desigual y que los países
periféricos siempre han estado
expuestos a la subordinación de los
más desarrollados. En el trasfondo de
este planteamiento (Ocampo, 2001) se
puede apreciar la jerarquización del
sistema económico mundial entre el
“centro” y la “periferia” o la dualidad
que planteó en los setenta, entre Norte
y Sur.
Cuando Prebisch plantea la anterior
graduación y profundiza en ella,
dándole un carácter dinámico,
desarrolla una conceptualización
tendiente a explicar el proceso de
crecimiento y de desarrollo, es decir,
la productividad, la acumulación de
capital, la generación de tecnología,
etc.
Para Prebisch, los países considerados
como “centros” presentan una
estructura productiva bien diversificada
e integrada para alcanzar el crecimiento.
Así mismo, su progreso técnico se
expande en todas las actividades, lo cual
contribuye a presentar en la estructura
productiva una gran homogeneidad. En
cambio en la “periferia” la diversificación productiva es casi nula, se observa
una gran heterogeneidad tecnológica;
y la especialización se da básicamente
en algunas actividades (sector
exportador), contribuyendo a que los
países periféricos muestren una
84
estructura productiva complementaria
susceptible de ser distorsionada
fácilmente.
Prebisch tenía claro que la asimetría
existente en la estructura económica
mundial (“centro”–“periferia”) no
podría ser superada únicamente
teniendo en cuenta un cambio en el
orden económico internacional sino
que además de ello, era necesario que
al interior de la “periferia” se vayan
transformando
sus
estructuras
productivas, es decir, un desarrollo
impulsado por los propios países
latinoamericanos. Como bien lo anota
Ocampo (2001: 26): “en términos de
los debates más recientes, este
“desarrollo desde dentro” es esencial
porque la acumulación de capital
humano y de capacidades tecnológicas
propias (“capital conocimiento”) y el
desarrollo institucional son procesos
esencialmente endógenos”.
Tanto Prebisch como la CEPAL eran
conscientes que para alcanzar el
desarrollo, era necesario programarlo. De ahí la importancia de
transformar la estructura productiva
existente, con una gran participación
del Estado como orientador, promotor y planificador del desarrollo. En
dicha transformación (Ocampo,
2001), la industrialización fue, en
principio, la principal política que
permitiría la “difusión del progreso
técnico” y la estrategia fundamental la
sustitución de importaciones.
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
A continuación se analizará el proceso
industrializador que como hemos
planteado en los países más grandes
de América Latina se inicia mucho
antes de creada la CEPAL, lo que si
es claro es que la influencia de la
mencionada institución le dio un
impulso definitivo.
2.1 La industrialización
Prebisch en los primeros trabajos (el
desarrollo de América Latina y algunos
de sus principales problemas (1950)
y problemas teóricos y prácticos del
crecimiento económico (1952)),
plantea que la única salida que le
queda a los países latinoamericanos
para transformar la estructura
productiva es la industrialización; las
explicaciones que sustentan dicha
afirmación tienen que ver con los
siguientes aspectos: de un lado las
exportaciones de bienes primarios si
bien son importantes no son las que
posibilitarían el cambio y, de otro
lado, existe mano de obra desempleada a la que es necesario darle
ocupación y así elevar los niveles de
ingreso.
Al analizar los dos trabajos mencionados se encuentra que para Prebisch
(1950) la industrialización no es
incompatible con el desarrollo de la
producción primaria. Ésta es
importante, en la estructura productiva
y no debe ser marginada. Además, es
urgente que los avances tecnológicos
sean absorbidos por dicha producción
para que haya una oferta más
abundante de alimentos y de materias
primas y así satisfacer las necesidades
del sector industrial; igualmente, se
disponga de un stock suficiente de
bienes para ser exportados, y de esta
forma contar con las divisas necesarias
para importar bienes intermedios y de
capital que demanda el proceso
productivo.
A pesar de lo anterior, Prebisch tenía
claro que si bien las exportaciones de
bienes primarios eran importantes en
la generación de divisas lo que no
debía América Latina es destinar todo
el potencial productivo a las mismas,
ya que según él: “… y en virtud de la
baja elasticidad-precio de su demanda,
el esfuerzo del conjunto de los países
productores para aumentar sensiblemente el volumen exportado, fuera de
relación con el crecimiento del ingreso
de los centros, iría acompañado de una
baja tal del precio, que el valor de las
exportaciones no crecería y hasta
podría llegar a ser inferior al de
antes” (Prebisch, 1969: 56).
La anterior afirmación se sustenta en
la medida en que según Prebisch el
precio de los bienes es el que menos
influye en la cantidad exportada; ya
que efectivamente, el volumen
exportado depende de elementos tales
como: el nivel de ingresos de los
centros industriales, el estado de la
técnica productiva, la composición de
la demanda y el nivel de protección.
Por ello, el hecho de orientar la
85
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
producción básicamente a la actividad
exportadora, llevaría a un descenso
del precio de los bienes exportados,
lo cual no contribuye a elevar los
ingresos de los países latinoamericanos, sino que puede conducir
a acentuar los problemas, debido a que
la elasticidad precio de la demanda de
los mencionados bienes es inelástica.
Como puede observarse no es que las
exportaciones de bienes primarios no
sean tenidas en cuenta en la propuesta
de Prebisch, ellas son importantes en
la generación de recursos para
comprar las importaciones, pero si se
propende por un cambio en la
estructura productiva debe profundizarse en la industrialización
(Di Filippo, 1998).
La industrialización, con la creación
de la CEPAL, se intensificó con un
planteamiento teórico y un manejo de
política coherente. Se intensifica
porque, como lo habíamos planteado
más arriba, la sustitución de importaciones se había iniciado mucho antes
de fundada la institución, debido al
estrangulamiento externo presentado,
tanto por la crisis de los años treinta
como por los conflictos bélicos; lo que
sí se da con las ideas de la CEPAL, es
el establecimiento de un nuevo patrón
de desarrollo tendiente a solucionar
los inconvenientes presentados en
el modelo de crecimiento hacia
afuera. En esta nueva idea de
desarrollo, el objetivo principal sería
la industrialización.
86
La industrialización sería un proceso
por etapas, comenzando por la
producción de bienes de consumo final, continuando con los intermedios
y culminando con los bienes de capital. Esto, obedecía al diagnóstico que
la CEPAL había realizado de los países
latinoamericanos en cuanto a la
dotación de factores: de un lado,
ofrecían abundancia de mano de obra
y recursos naturales; de otro,
presentaban escasez de capital.
Igualmente, la idea de iniciar la
producción de bienes de consumo final se explicaba, también, por la
existencia de un mercado doméstico
que estaría dispuesto a comprar la
producción nacional en la medida en
que se restringiera la extranjera. La
protección fue una forma de incentivar
la producción manufacturera nacional
con destino al mercado interno: las
medidas de corte arancelario y paraarancelario
restringirían
la
competencia externa; la elevación del
tipo de cambio y la compra o
financiamiento de los excedentes
contribuirían a intensificar el proceso
sustitutivo (Vallejo, 93).
Es bueno precisar que, como lo anota
Ocampo 2001, Prebisch desde sus
primeros escritos se preocupó por la
agricultura y por las exportaciones (lo
que hemos afirmado más arriba, es que
estas no representan el centro nodal
de la actividad productiva como si lo
eran en el modelo de crecimiento
hacia afuera). De hecho, hacia finales
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
de los cincuenta y para responder a
las dos inquietudes arriba descritas
(agricultura y exportaciones) y por los
problemas que había generado en
algunos países la sustitución de
importaciones, Prebisch impulsó de
forma decisiva las exportaciones con
destino a los mercado latinoamericanos, sobre todo de origen
industrial.
fruto del estrangulamiento externo, es
decir, por la disminución de la
capacidad importadora. Por lo tanto,
dicho modelo no disminuyó la
dependencia; por el contrario, pudo
agravarla (Tavares, 1969) al aumentar
la demanda de ciertos bienes por el
mismo efecto de la sustitución (sobre
todo bienes intermedios y bienes de
capital).
Por tanto, comienza a implementarse
lo que Cárdenas, Ocampo y Thorp
2001 (referenciados por Ocampo,
2001) han llamado un “modelo
mixto”, es decir, sustitución de importaciones y promoción de exportaciones, pero siempre enfatizando en la
industrialización. Para contribuir a la
creación de mercados, más amplios,
en la medida en que los mercados
internos comienzan a saturarse, se
inicia el proceso de integración
económica y se crean mercados
subregionales como el Pacto Andino
(hoy llamada Comunidad Andina de
Naciones, CAN).
En casi todos los países, la sustitución
se inicia con la producción de bienes
de consumo, debido a que la
tecnología utilizada en la producción
de dichos bienes es menos intensiva
en capital y a que existía mercado y/o
era fácil generarlo a través de las
políticas de defensa implementadas,
como las medidas arancelarias y paraarancelarias (Echeverry, 2002). A
medida que se agotan las posibilidades
de expansión de los bienes de
consumo, se entra a una segunda fase
de dicho proceso relacionada con la
producción de productos intermedios
y otros semielaborados, hasta
culminar con la producción de algunos
bienes de capital.
3. El proceso de sustitución
de importaciones: el caso
colombiano
3.1 El proceso sustitutivo hasta 1967
Como hemos anotado en la sección
anterior, el proceso de sustitución de
importaciones en América Latina no
fue planeado para disminuir la
dependencia externa, sino que fue
En el caso colombiano, el proceso de
industrialización por sustitución de
importaciones estuvo ligado a las
condiciones existentes tanto a nivel
interno como externo, y las medidas
de restricción a las importaciones
aceleraron el proceso de inversión
productiva. Las tasas anuales de
crecimiento de la inversión para el
periodo 1958-1967 fueron considera87
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
bles, pero se redujeron notablemente
para los años posteriores; así, la
inversión neta total de una tasa de
crecimiento de 17.8% pasa, en el
lapso 1968-1977, al 6.9% y para el
periodo 1978-1980 al 2.6% (Chica,
1982).
El modelo de sustitución de importaciones generó dos tendencias contradictorias que explican la estructura
industrial resultante (Misas, 1983). La
primera de estas tendencias impulsa la
división del trabajo nacional, el
aumento de la productividad y del
ingreso. En pocas palabras, una
tendencia a la modernización económica que rompe aceleradamente la
estructura industrial del país. A partir
de 1930 y sobre todo a principios de
los años cincuenta, el capitalismo
penetra en casi todos los sectores de
la economía, transformando los
parámetros económicos y sociales.
1
La participación industrial en el PIB
aumenta rápidamente, acercándose al
20% en 1968. En esta fecha ya se ha
desarrollado en el país un proceso de
sustitución de importaciones en la
mayoría de bienes de consumo no
duradero y en parte de los bienes de
consumo duradero, intermedios y de
capital, con una gran participación de
capital extranjero en las ramas clave.
La inversión extranjera tomó fuerza a
partir de 1950, ya que desde 1930 a
esta fecha el proceso de sustitución
había sido realizado por capitales
nacionales (Misas y Corchuelo,
88
1977). Durante esos veinte años, el
avance de la industrialización generó
una sustitución de productos al
desplazar la producción artesanal de
ciertos sectores, lo que amplió los
mercados y creó las bases para la
sustitución de bienes intermedios y de
capital al promover el consumo interindustrial.
La inversión extranjera se centró en
la producción de bienes intermedios
y de capital (Misas, 1983). Las ramas
pertenecientes a estos dos sectores
fueron las más dinámicas, sobre todo
en los años cincuenta y sesenta. Hasta
1949, la producción de alimentos,
bebidas y tabaco fue importante, lo
mismo que la de textiles y
confecciones. Sin embargo, el fuerte
de la inversión extranjera hasta 1977
fue la producción de materias primas
derivadas del petróleo. Al respecto
Misas (1983: 35) plantea: “La
vinculación de la inversión extranjera
a la industria manufacturera empieza
de manera significativa a partir de la
segunda mitad de los años 40,
notándose un rápido incremento en los
últimos años de la década de los 60,
se destaca igualmente una incorporación desigual de capital extranjero
entre las diferentes industrias a través
del tiempo; hasta 1949 se dirigió
fundamentalmente a: caucho, papel,
alimentos y textil.
En la década de los 50 introducen
nuevas industrias como farmacéutica,
productos metálicos, derivados del
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
petróleo, maquinaria eléctrica, a los
cuales se continúa vinculando capital
extranjero”.
industrialización, perdió fuerza en
la década de los 60, antes de que se
lograra la masificación del consumo.
La otra tendencia que mostró el
modelo impidió los efectos del
avance de la “modernización” de la
estructura económica al limitar la
difusión del progreso técnico a todos
los sectores de la economía. Esta tendencia fue la de la concentración y
oligopolización acelerada de la industria. Desde sus inicios, la industria
nacional creó una estructura
oligopólica en la que pocas fábricas
dominan el mercado, impidiendo o
frenando la competencia; así, al eliminar la disminución de los precios
como forma de captar mercados, se
generan mercados diferenciados para
sus productos: uno el de las grandes
empresas y otro el de las pequeñas.
Este último puede permanecer debido a que el mercado de las pequeñas
es indiferente para las grandes.
A partir de 1950, y particularmente
desde 1958, las industrias tradicionales participan cada vez menos en el
total del sector industrial y las no
tradicionales aumentan su participación; así mismo, los sectores más
dinámicos de la economía fueron
productores de bienes intermedios y
de capital, que alcanzaron tasas de
crecimiento del producto elevadas,
como las obtenidas en los sectores de
química, papel, maquinaria y artículos
no eléctricos, superiores al 14% para
el periodo 1958-1968 (Corchuelo y
Misas, 1977).
La permanencia de estas dos tendencias explica el comportamiento y la
transformación de la industria colombiana. Si bien el proceso de industrialización del país fue relativamente
“similar” al de los países desarrollados (iniciándose con bienes de consumo, bienes intermedios y de capital), las contradicciones generales
impidieron que se mantuviera el
dinamismo de la industria y la difusión del progreso. La producción de
bienes de consumo no duraderos,
cuyo dinamismo fue el motor de la
En resumen, se puede decir que la
estructura industrial (Misas 1983A) en
1968 se caracterizaba por lo siguiente:
Industria concentrada en casi todas
las ramas, debido a las barreras de
entrada de nuevos productores,
impuestas por las restricciones a las
importaciones.
El dinamismo de la industria se basa
más en la diferenciación de la
producción que en su aumento
absoluto, debido al consumo
estratificado.
El sector productor de bienes de
consumo no duradero con tasas de
crecimiento bajas, influye en el
comportamiento de todo el sector,
89
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
dado su gran peso relativo en el
mismo.
Gran dinamismo en los sectores
productores de bienes de consumo
duradero, intermedios y algunos de
capital, tales como maquinaria y
artículos eléctricos, con un crecimiento
de 14.2%, papel con 18.4%, química
14.1%, productos metálicos 13.2%
(Corchuelo y Misas, 1977).
Industria concentrada en el mercado
interno, ya que ninguna de las ramas
productoras exportaba más del 6% de
su producción.
Amplia participación de la inversión
extranjera en los sectores dinámicos
de la economía.
En el proceso de sustitución de importaciones jugó un papel importante la
disponibilidad de divisas del país,
sobre todo para los años anteriores a
1967; en el lustro comprendido entre
1960-1965 se presenta una reducción
notable de divisas, que afecta
considerablemente la incorporación a
la producción de nuevas líneas de
sustitución, esto influyó en el desenvolvimiento industrial, y éste quedó
sujeto a las variaciones de la capacidad para importar.
El segundo quinquenio de los años
cincuenta y toda la década de los
sesenta se caracteriza por ser un
periodo de restricciones cambiarias.
De un lado, las exportaciones de café
90
se reducen considerablemente a partir
de 1957, pasando de US$ 500 millones
entre 1954-1955 a sólo 350 millones
en 1957. Paralelamente, el valor total
de las exportaciones descendió de US$
600 millones en 1954 y 1956 a un
nivel entre US$ 450 y US$ 550
millones para el resto de los años
cincuenta y la década de los sesenta
(Cuevas, 1976). Así mismo, para
mantener la tasa de crecimiento industrial se requería de importaciones
crecientes de bienes de capital y bienes
intermedios. Como no se disponía de
los ingresos necesarios por concepto
de exportaciones, se acudió al
endeudamiento externo. Cuevas
(1976: 141), al respecto, plantea:
“mientras las importaciones anuales
promediaban US$600 millones en la
segunda mitad de los años sesenta, los
reintegros
por
exportaciones
promediaban únicamente US$460
millones. En consecuencia, la deuda
pública externa, medida en dólares se
multiplicó por 4.5 veces entre los años
1957 y 1969”.
Además, el proceso de sustitución de
importaciones, realizado sobre todo en
su última etapa, con tecnologías
intensivas en capital (que absorbían
poca mano de obra) contribuyó a
elevar los índices de desempleo
(Echeverry, 2002) y a concentrar aún
más el ingreso, desestimulando, por
tanto, la demanda interna y elevando
los niveles de desempleo en el sector
manufacturero. Mora (1982: 57)
puntualiza sobre el tema: “el ritmo
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
pausado de acumulación de capital y
las características de la tecnología
adoptada limitaron la absorción de
empleo por parte de la industria
sustitutiva, a un promedio anual de
2.5% entre 1958-1967, inferior al
ritmo mostrado en los primeros años
de la posguerra y, naturalmente, al
considerable crecimiento de la oferta
de fuerza de trabajo en los principales
centros urbanos del país.
El aumento masivo del desempleo y
la progresiva concentración del
ingreso, llevaron al proceso sustitutivo
a ganar en extensión horizontal en las
líneas de bienes de consumo
duradero, lo que no podía obtener por
intensificación en el campo de los
bienes de consumo masivo”.
De hecho, el crecimiento económico
para la década de los sesenta, por los
problemas anteriormente anotados,
fue bastante anormal. Para este
periodo, se incrementa en forma notable la oferta de mano de obra urbana,
debido tanto a la transición
demográfica como al rápido ritmo de
urbanización. Esto aunado a la
absorción baja de mano de obra por
parte del sector manufacturero, debido
al lento crecimiento, condujo a que el
desempleo alcanzara niveles significativos. Ocampo (1987: 265-266) sobre
el particular, puntualiza: “durante la
administración Valencia el crecimiento
económico se hizo más irregular que
en el período anterior y un poco más
lento (4.6% anual entre 1962 y 1966
contra 5.5% entre 1958 y 1962).
Además, ante la creciente oferta de
mano de obra en las ciudades el
problema del desempleo abierto hizo
su primera explosión en Colombia. La
tasa de desocupación en Bogotá
aumentó del 7 al 8% en 1963-1964 a
más del 12% en 1967, y en abril de
dicho año superó el 16%.
Simultáneamente, en otras ciudades
del país (Medellín, Cali, Barranquilla
y Manizales), el desempleo alcanzó en
este último año niveles del 15 al 18%”.
Debido a que la producción se
destinaba al mercado interno, al
presentarse la reducción de ingresos,
por los altos niveles del desempleo, es
natural que el proceso de sustitución
de importaciones entre en dificultades
(Sarmiento, 2002).
Al finalizar la década de los sesenta,
empieza a plantearse la crisis del
modelo de sustitución de importaciones, debido fundamentalmente a la
escasa absorción de mano de obra en
los sectores tradicionales de la industria, lo que afecta la tasa de
crecimiento global. En general, las
tasas de crecimiento fueron mayores
en el periodo 1953-1960, que en el de
1960-1967, lo mismo que los ritmos
de crecimiento del empleo en el sector. Durante la década de los 60, el
gran problema de la economía
colombiana pasa de la distribución de
la tierra y el movimiento campesino
al desempleo y el movimiento obrero
(Bejarano, 1978).
91
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
Sin embargo, no todas las ramas
industriales muestran signos de
decaimiento, ya que productos como
alimentos elaborados, vehículos,
productos químicos, tuvieron tasas de
crecimiento elevadas. Frente al bajo
dinamismo de las tasas de crecimiento
global, debido al decrecimiento de la
inversión productiva (la baja en los
precios del café generan problemas en
la balanza de pagos y por ende en la
generación de divisas) que influía
sobre la demanda global, se buscó
incrementar las exportaciones como
forma alternativa para garantizar un
crecimiento adecuado de la oferta. Se
pretendía remplazar como núcleo de
la realización del producto el mercado
externo, mediante la conquista de una
porción importante del mercado
mundial (Bejarano, 1978). Empiezan,
entonces, a aplicarse las ideas de la
CEPAL para los años sesenta,
orientadas a incentivar las exportaciones. En el caso colombiano, la
promulgación del Decreto 444 de
1967 constituyó el eje central de la
política de promoción y diversificación
de exportaciones.
3. La sustitución en la década
de los setenta y ochenta
En la sección anterior veíamos cómo
hacia finales de los sesenta el modelo
de industrialización por sustitución de
importaciones –ISI- en Colombia
tiende a agotarse y, por tanto,
siguiendo los lineamientos de la Cepal,
92
se implementa la política de promoción
y diversificación de exportaciones (a
través del Decreto 444), para que el
mercado externo contribuya a la
realización de los productos industriales (Bejarano, 1978; Díaz
Alejandro, 1976). Las medidas
orientadas a estimular y promover las
exportaciones y el comportamiento de
la economía mundial, afectaron
positivamente a la actividad
productiva.
Efectivamente, el crecimiento del
producto para el periodo 1970-1975
muestra un gran dinamismo y podría
afirmarse que el comportamiento de
la economía colombiana es notable, a
la luz de los indicadores macroeconómicos (Banco de la República,
1993 y DANE 1993). Para el
quinquenio 1970-1975 el PIB, no sólo
el global sino el de algunos sectores,
es el más alto, comparado con los dos
siguientes; la inflación es más baja que
la obtenida en los años posteriores; el
sector externo, y la tasa de desempleo,
muestran índices aceptables.
Sin embargo, dada la crisis mundial,
a raíz del embargo petrolero en 1973
por parte de los países árabes, que
eleva los precios del petróleo, la
diversificación de exportaciones sobre
todo de manufacturas, tiende a
estancarse.
En el segundo quinquenio de los
setenta, si bien las exportaciones no
tradicionales manufactureras tienden
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
a estancarse, se incrementan considerablemente los ingresos externos,
principalmente por las “bonanzas”
cafetaleras y de estupefacientes: el
incremento de los precios del café
aumentó las reservas internacionales,
de 1165 a 2481,9 millones de dólares
entre 1976 y 1978; y, en el otro caso,
no hay registros oficiales, pero algunos analistas estiman los ingresos por
“exportaciones” de estupefacientes en
1852 millones de dólares anuales
en promedio entre 1975-1980
(Kalmanovitz, 1990).
La acumulación especulativa por las
“bonanzas externas” genera en la
economía colombiana una gran
liquidez que no se orienta hacia las
actividades industrial y agrícola, sino
al sector financiero, a la construcción
y a los servicios. Esta situación dio
origen a una gran especulación en
detrimento de la producción de bienes
transables.
Si bien para 1975 el modelo de
sustitución de importaciones estaba en
su fase más crítica, la política
económica diseñada en ese año por el
presidente Alfonso López y
continuada por la administración de
Julio César Turbay, contribuyó a
agudizarla. El primero formuló el Plan
para Cerrar la Brecha (1974-1978),
que presenta una orientación diferente
a los anteriores, pues sus fundamentos
son de corte neoliberal: comienza a
cuestionar la sustitución de importaciones (considera incompatible esta
política con la promoción de
exportaciones), critica la intervención
del Estado, y plantea que el mercado
es el mejor asignador de recursos vía
el mecanismo de los precios.
Ronald Mckinon (1974 A), quien
asesoró al Gobierno en el diseño del
Plan, consideró que eran importantes
la apertura económica (liberalización
del comercio exterior) y las reformas
financiera y tributaria.
Los puntos anteriores, ejes de la política
económica implementada para el
periodo 1974-1978, se pueden
corroborar teniendo en cuenta los
argumentos del presidente López en la
presentación del plan: “desde los años
treinta el país ha tenido el mismo plan
de desarrollo. Este consistió en un
apoyo decidido y una alta protección al
sector moderno de la economía. Los
mecanismos para lograr esto iban desde
la alta protección aduanera a la industria y las prohibiciones de importaciones
de bienes productivos en el país, hasta
la concentración de la inversión pública
en servicios sociales en las grandes
ciudades. El último capítulo de ese
esquema tradicional de desarrollo fue
la estrategia de concentrar la inversión
nacional en la construcción de vivienda
en las grandes ciudades y en Bogotá
en particular (...) El plan de desarrollo
que se presenta ahora al Congreso
tiene como orientación cerrar
la brecha que el modelo tradicional
de desarrollo ha creado” (DNP,
1975: 5).
93
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
En la segunda mitad de los setenta, la
actividad productiva entró en una
etapa especulativa y provocó una
reorientación del capital. Los factores
estructurales existentes, más la política
económica aplicada fueron determinantes en el comportamiento de la
actividad manufacturera.
Desde el inicio, las restricciones de
tipo estructural del proceso de
sustitución de importaciones van a
estar presentes, pero a mediados de
los setenta se agudizan, y las
características del proceso, tales
2
como : la estrechez del mercado, la
estructura industrial oligopólica, la
concentración de la propiedad y los
ingresos, y la insignificante articulación al mercado internacional, se
profundizan.
La estrechez del mercado ha sido casi
una constante de la economía
colombiana y de ahí que las acciones
para ampliar el mercado hayan estado
presentes en los planes de desarrollo
desde 1960. La deficiencia de
demanda se debe a que gran parte de
la población está desempleada, no
produce y, en consecuencia, no
participa en la demanda, o bien
participa muy poco, porque está
subempleada.
La estructura oligopólica de la industria
colombiana está íntimamente relacionada con la estrechez de mercado. Si
éste es reducido y las firmas para hacer
rentable su actividad trabajan con
94
tamaños óptimos de planta y, además,
la producción se destina básicamente al
mercado interno con altos niveles de
protección, se consolida, desde los
inicios del proceso de sustitución de
importaciones, un sector industrial
oligopólico. En ello, el Estado ha sido
determinante: “la política gubernamental juega un papel fundamental en
su consolidación, la no asignación de
divisas para la importación de
maquinaria y equipo para aquellos
sectores en los cuales existían
capacidades de producción no
plenamente utilizadas, dio a las firmas
que primero se establecieran en un sector determinado las herramientas para
disuadir a potenciales entrantes. Política
que llevó igualmente a acelerar la
integración vertical de las firmas
oligopolísticas (aún en contra de criterios
técnicos), con el objeto de controlar a
sus competidores e incluso excluirlos del
mercado mediante el expediente de
monopolizar la producción de sus
insumos principales. Ejemplo de tales
prácticas se presentaron entre otros, en
cerveza, bebidas, gaseosas, alimentos,
textil y productos metálicos” (Misas,
1991: 43).
La concentración de la propiedad y
los ingresos se da porque las firmas
oligopólicas, dadas las restricciones
significativas que las defienden de
nuevos competidores, decidieron
sostener un proceso de acumulación
extensivo, caracterizado por: escasa
incorporación de innovaciones
tecnológicas, estancamiento en el
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
crecimiento de la productividad y
márgenes elevados de beneficios
(manejo de Mark-up). Esto les
permitió absorber en principio los
costes crecientes de su ineficiencia
(Misas, 1983 B). De hecho, esta
concentración de la propiedad se va
a profundizar mediante la política
económica implementada por la
administración López (1974-1978)
que, como vimos más arriba, se
diseñó para impulsar el sector
financiero en detrimento de otras
actividades productivas.
De otro lado, la escasa articulación de
la producción manufacturera al
mercado internacional, también ha
sido una característica de la economía
colombiana. Las medidas tomadas en
1967 de promoción y diversificación
de exportaciones estaban orientadas a
reducir la dependencia del mercado
interno. Sin embargo, la sustitución de
importaciones imprimió un sesgo
antiexportador a la economía
colombiana debido al proteccionismo
y a su reducida participación en el
mercado mundial (Echeverry, 2002).
Las características anotadas anteriormente de la ISI (oligopolización,
protección, etc.) generaron prácticas
y actitudes empresariales que se
reflejaron en normas de producción
muy por debajo de los códigos
internacionales (fundamentales en la
competitividad a nivel mundial):
descuido de los costos, la calidad y los
diseños de los productos, y
despreocupación por el cumplimiento
en la entrega de pedidos y por los
servicios pos-venta (Misas, 2002).
La reforma financiera de 1974
liberalizó el sector financiero y elevó
la mayoría de las tasas de interés, lo
que, por una parte, afectó considerablemente el sector productivo: el
sistema financiero contribuyó a
concentrar la propiedad y el ingreso,
ya que los requisitos para conseguir
créditos eran más exigentes y
afectaban a los pequeños y medianos
propietarios. Y, por otra parte,
estimuló la proliferación de nuevas
entidades y una expansión irregular
del sector financiero en el segundo
lustro de los setenta. Los sectores de
altos ingresos y las empresas más
solventes son las que se benefician de
las nuevas condiciones.
Las prácticas ilegales de captación y
colocación de recursos, la aparición
de numerosas corporaciones financieras y la concentración de la propiedad accionaria por parte del sector
financiero, llevó a que la tasa de
interés fuera más alta que la tasa de
ganancia, contribuyendo a una
acumulación especulativa y rentista
(Kalmanovitz,
1986).
Según
Kalmanovitz la participación del
interés en el excedente de las empresas industriales es cada vez mayor:
pasó de 13.8 al 28.2 miles de millones de pesos entre 1974 y 1978.
Dicho incremento representó que la
participación de los intereses en las
95
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
ganancias pasara de un 42 a un 56%
entre los dos años. Esta situación generó lo que Misas (2002) ha denominado “concentración y extensión de
la propiedad sin acumulación”, ya que
los empresarios, en vez de invertir en
nuevos equipos y nuevas tecnologías,
prefirieron colocar sus recursos en el
sector financiero y especular con ellos.
De otro lado, la reforma tributaria de
1974 disminuyó los impuestos directos
y aumentó los indirectos. El impuesto
a las ventas en 1981 representa el 16%
del valor agregado, mientras que en
los primeros años de los setenta solo
el 1.5%. De otro lado, los impuestos
directos pasaron de representar en
1970 el 5% del ingreso nacional al 2%
en 1981 (Corredor, 1992).
Si a lo anterior le agregamos: el
proceso inflacionario que empieza a
acentuarse a mediados de los setenta
(la inflación pasa de 17.9% en 1975
al 26.5% en 1980 y al 32.4% en
1990); el aumento en las tarifas de los
servicios públicos y el desmonte de los
subsidios de los mismos; el incremento del desempleo y la informalidad
(según el informe Chenery (1986) el
sector informal genera más de la mitad
de los puestos de trabajo en Bogotá,
Cali, Medellín y Barranquilla y una
proporción menor en las ciudades
intermedias); la pérdida de poder
adquisitivo del salario real, (para
1980, el salario real de los obreros
había perdido un 6% en comparación
al de 1970 y el de los empleados un
96
15% (Corredor, 1992)), entonces el
resultado es una reducción del nivel
ingreso de las clases medias y bajas y,
por tanto, del consumo.
Todos estos elementos afectaron la
demanda interna de bienes industriales. El menor dinamismo de la
demanda interna repercutió significativamente en las industrias productoras de bienes de consumo duradero
e intermedio. Así mismo, el incremento de los precios de los bienes
agrícolas, en la época de la bonanza
cafetera, debido a la escasez de bienes
procedentes del sector, obligó a las
familias a reducir relativamente sus
compras de bienes industriales.
En suma, la ISI, tanto por sus
características propias como por la
política económica aplicada a partir de
1975,
perdió
dinamismo
en
comparación con los dos decenios
anteriores. Si a esto le agregamos la
gran liquidez que generan los ingresos
por concepto de narcotráfico, el efecto
es un crecimiento del comercio ilegal
(Sarmiento, 2002). Así, tanto el
contrabando como la subfacturación
de importaciones afectan a la industria nacional y contribuyen a su
estancamiento.
Conclusiones
1. El modelo de crecimiento hacia
afuera en América Latina y desde
luego en Colombia sentó las bases de
la industrialización. En la medida en
APUNTES DEL CENES
II SEMESTRE DE 2003
que quienes realizaban la comercialización de los bienes que entraban y
salían de los diferentes países, fueron
los que acumularon el capital suficiente
para luego comenzar un proceso de
sustitución de importaciones, debido
al estrangulamiento externo originado por la crisis de los años treinta y
por los conflictos bélicos.
2. Para la CEPAL un elemento importante del desarrollo de los países latinoamericanos es la industrialización.
En principio, el sector manufacturero
debía satisfacer las necesidades del
mercado interno. Sin embargo, en la
medida en que se avanza productiva
y tecnológicamente, debería optarse
por el mercado externo. Prebisch, para
1961, planteaba que el mercado interno se había saturado y que era imprescindible competir en el mercado
externo, de esta manera, América
Latina, en los años sesenta entra en un
proceso de promoción y diversificación de exportaciones. Este periodo,
es decir, aquel en que el sector manufacturero compite en el mercado
externo, no fue exitoso, en la medida
en que muchos industriales dado los
niveles de protección, prefirieron
seguir produciendo para el mercado
interno y descuidaron los mercados
extranjeros.
3. A finales de los sesenta se produce
una reorientación de la política de
comercio exterior, que introduce
elementos destinados a hacer más
rentable las actividades exportadoras.
En primer lugar, se establece un
mecanismo para ajustar gradualmente
la tasa de cambio; en segundo lugar se
aplica un sistema de subsidio a las
exportaciones, dándole más flexibilidad
y haciéndolo mucho más general de lo
que existía antes; y, en tercer lugar, se
implementa una serie de instrumentos
financieros encaminados a subsidiar la
producción y comercialización de las
exportaciones.
4. Hasta finales de los ochenta, las
industrias que mayor participación
tenían en las exportaciones eran las
mismas que en el modelo de sustitución
de importaciones se caracterizaron
por haber alcanzado un mayor
volumen de producción, mayor escala
de planta y una tecnología
relativamente avanzada. Estas
industrias fueron las que mejor
pudieron aprovechar las políticas de
promoción de exportaciones y las
condiciones del mercado externo.
Alimentos, textiles, derivados del
petróleo y confecciones, explican el
mayor volumen de exportaciones no
tradicionales en la década de los
setenta y en la década de los ochenta
y eran, para 1967, las industrias más
dinámicas.
5. La sustitución de importaciones en
Colombia, al igual que en la mayoría
de los países latinoamericanos, fue
determinante para consolidar el sector industrial. Desde 1950, con la
implementación de las políticas
97
EL MODELO DE CRECIMIENTO HACIA ADENTRO:
UNA INTERPRETACIÓN DEL CASO COLOMBIANO
cepalinas, el dinamismo del sector industrial colombiano fue creciente.
Entre 1950 y 1974 la producción de
la industria manufacturera se
multiplico por ocho, con un ritmo de
crecimiento promedio por año del
7.5% y un aumentó de la generación
de empleo en promedio del 4% así
mismo, la participación del PIB industrial en el PIB total fue creciente: en
1950 representaba el 15%, en 1960 el
18%, en 1970 el 19% y en 1974 el
22% (Misas, 1983).
Notas
1. Las estadísticas utilizadas son tomadas
del Banco de la República (1993) y del
DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) varias publicaciones.
2. Los pioneros en el estudio de las limitaciones de orden estructural del proceso de
sustitución de importaciones han sido
Gabriel Misas y Alberto Corchuelo. Siendo
más representativos, los trabajos del primero. En este acápite seguiremos a Misas
en los diferentes trabajos relacionados con
el tema.
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