"Es más fácil repetir el falso mantra del modelo primario exportador que asumir su responsabilidad por no permitir que el país se industrialice". (Foto: Bloomberg)
"Es más fácil repetir el falso mantra del modelo primario exportador que asumir su responsabilidad por no permitir que el país se industrialice". (Foto: Bloomberg)

Un mantra que usa la para atacar el modelo económico es que solo habría generado el desarrollo de la explotación de recursos naturales sin un proceso de industrialización que lo acompañe.

Asumamos que es cierto. La cuestión es verificar si falla el modelo u obedece a los obstáculos políticos que se le imponen.

Veamos la agroindustria, sector que ha florecido vertiginosamente aprovechando las ventajas del país: buena tierra, agua y buen clima; y al que se le dotó de un régimen promocional laboral flexible y una tasa impositiva rebajada. Resultado: Se redujeron los costos de acceso al mercado, se crearon miles de empleos (remunerados por encima del sueldo mínimo), riqueza y divisas. Ganaron todos: Estado, inversionistas y ciudadanos.

Pero como la izquierda odia la libertad y el éxito, no tardó en generar una revuelta e interrumpir dicho régimen; estancando este dinámico sector. El modelo respondió, quien lo paralizó fue el intervencionismo, la izquierda y el populismo.

Para industrializarnos debemos aprovechar el ejemplo y los buenos resultados de ese régimen y extenderlo al resto de sectores. Pero no, más molesta que unos ganen mucho a que todos mejoremos.

El diagnóstico es conocido. Es tan caro y tedioso ser formal y hacer industria (altos impuestos, altos costos laborales, burocracia y falta de estabilidad) que los inversionistas prefieren ir a otros países más flexibles y los emprendedores ser informales.

Pero eso que está evidenciado, la izquierda prefiere no ver. Es más fácil repetir el falso mantra del modelo primario exportador que asumir su responsabilidad por no permitir que el país se industrialice.V

VIDEO RECOMENDADO

Padre Omar sobre apoyo a familias damnificadas