Asesinó a su madre de 65 puñaladas.
Giuliana Llamoja Hilares, una joven de 18 años, asesinó salvajemente a su madre la noche del sábado 5 de mayo del 2005, luego de una agria discusión en su casa de San Juan de Miraflores. María del Carmen Hilares Martínez (47) murió desangrada luego de recibir 65 puñaladas en el cuerpo.
La matricida, quien ya está en manos del Ministerio Público, asegura que su madre la atacó primero. Las discusiones entre ambas eran frecuentes. Llamoja es hija de un juez y estudiaba derecho en la Unifé. Previamente la joven habría intentado envenenarla.
Tres meses antes
“Ella lo confesó, iba a envenenarla…”, contó un efecto policial, mostrando copia del atestado policial 049-2005 en el que se consigna el testimonial que rindió la estudiante de abogacía de la Universidad Femenina Sagrado Corazón.
¿Desde cuándo pensaba Giuliana de ese modo? Eso quizá nunca se sepa, pero sí se conoce que hace tres meses la desconcertante muchacha le habría confiado a una amiga su siniestro deseo.
Luz Rebeca Aparicio, de 20 años, asegura que Giuliana, llorando, le dijo que mataría a su mamá para acabar con sus problemas.
Ello –según la confidente– ocurrió días antes de Navidad.
“No creí que hablaba en serio. Le pedí que se calmara, lloró un rato y se fue…”, narra Luz Rebeca, tras indicar que el diálogo con Giuliana se produjo en un pequeño parque ubicado en la primera cuadra de la calle Las Magnolias, San Juan de Miraflores.
De confirmarse ello, los abogados que asumieron la defensa de Giuliana difícilmente podrán librarla de una larga condena, pues indicaría que hubo premeditación, alevosía y ventaja.
Debido a los atenuantes que se cuentan a su favor, la joven Giuliana Llamoja Hilares podría ser sentenciada a cinco años de prisión y quizá menos, sostuvo ayer el abogado penalista Mario Amoretti. El delito de parricidio que se le atribuye, penado con 15 hasta 20 años de cárcel, no corresponde en este caso, aseguró.
Para el experto letrado, se trata de un homicidio por emoción violenta y en legítima defensa. “Existen pruebas de que fue atacada por la madre. Y aunque la actitud que optó infringe la ley, a esto se le suma el odio que distanciaba a madre e hija”, explicó Amoretti.
Amoretti refirió, además, que Giuliana tiene a su favor el hecho de ser menor de edad ante la ley por ser mayor de 18 años y menor de 21. “Vale decir, la joven se encuentra bajo responsabilidad restringida”, dijo.
“Si hubiera querido asesinar a su madre lo hubiera hecho de dos o tres puñaladas. Pero como se trata de una reacción con odio, es comprensible la cantidad de heridas que le infirió, pues se encontraba en un estado de inconciencia”, finalizó Amoretti.
Fuente: La República
«Un agente de la comisaría de la zona, que fue uno de los primeros en llegar a la escena del crimen.Luis regresó de la calle aproximadamente un cuarto para las 11 de la noche, el sábado. Quiso entrar a la casa, pero no lograba abrir la puerta porque estaba trancada. Después de mucho insistir, abrió su hermana, envuelta en una toalla. Se había estado bañando.El muchacho no tardó en notar el desorden de la sala, de la cocina, el rastro de sangre. Lo que le dijo Giuliana a su hermano fue que su madre se suicidó», contó Herrera Orsi
Quién sabe cómo Luis consiguió llamar a los bomberos y a la policía.
«El cadáver de su madre estaba en el baño, tendido boca a bajo. A un costado, los anteojos manchados y rotos de la víctima. Ella había recibido 65 puñaladas con un cuchillo de cocina. En el brazo, en el pecho, en la espalda, en la cabeza, en una oreja. Incluso tenía un largo corte en el cuello, a la altura de la yugular. Lo que le hizo Giuliana ha su madre no fue por defenderse, ella la apuñaló con odio, con rencor, la apuñaló a matar, había sangre en el techo, claramente no fue un accidente», relata Luis Velásquez.
No queda muy claro qué fue lo que ocurrió esa noche. En la casa de al lado, la música de una reunión familiar impedía escuchar mayor cosa. El papá -titular del Juzgado Civil 41 de Lima- se encontraba de viaje en Argentina, por motivos de trabajo, acompañado por el último de sus hijos. Aquella madrugada se recogió la versión de que la chica había intentado primero darle a la madre una bebida mezclada con raticida, pero que esta reconoció el veneno y lo arrojó al piso. Habría sido entonces que tomó el cuchillo.
Fuente: El Comercio
FOTOS INÉDITAS DE LA ESCENA DEL CRIMEN
EL PROGRAMA LA NOCHE ES MÍA NOS MUESTRA ESCALOFRIANTES IMÁGENES DE LA ESCENA DEL CRIMEN.
FUENTE: PROGRAMA ABRE LOS OJOS
ENTREVISTA AL PERIODISTA LUIS VELÁSQUEZ DEL DIARIO LA REPÚBLICA
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