Hay canciones que escuchamos mientras vamos por la ciudad y también hay canciones que nos sacan a pasear por la ciudad aunque estemos encerrados entre cuatro paredes, ésta es una de ellas, El Cocodrilo de la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, del disco Mostros grabado en 1998, el extra de esta canción es que un buen día se pueden encontrar con el Cocodrilo siendo conducido por Pato, el guitarrista de aquella gran banda de los noventas, tal como lo describe la canción, lo sé, es improbable considerando las dimensiones de nuestra enorme ciudad pero no pierdan la esperanza y manténganse con los ojos bien abiertos.
En el panteón de Dolores tengo mi chante, mi frío chante, desde hace un buen,
soy el fantasma pachuco, pachuco de oro, ángel del barrio pa’servirle a usted,
en los salones de baile los bailadores me invocan al decir: «¡quiubas mi rey!»,
andaba penando por el Cine Teresa cuando de pronto en una esquina lo vi,
un Cocodrilo, taxi de mis 50’s, rodando muy cuco iba el catrín,
la gente lo miraba pasar: «¿De quién es esa ranfla?, ¡Cuántos recuerdos trae!».
El Icuiricui, el Sacalacachimba, el Icuiricui, el Sacalacachimba…
El Cocodrilo en la calle es la memoria y las historias de la gran ciudad,
el Pato es el chófer y Juan Orol y Tongolele viajan con él,
el Mambo del Ruletero de Pérez Prado, suena a todo lo que da la radio,
al paso del Coco aquél, ¡vato recuerda los bailes del Balalaika y del Waikiki!,
una viejita le dice, dice a su nieta: «en uno igual a tu abuelo conocí»,
la gente lo miraba pasar: «¿De quién es esa ranfla?, ¡Cuántos recuerdos trae!».
El Icuiricui, el Sacalacachimba, el Icuiricui, el Sacalacachimba…
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