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El útero se encuentra sostenido en la pelvis gracias a la acción de los ligamentos, músculos, entre otras estructuras que lo hacen posible.

En el caso de que todo este conjunto se debilitarse, el útero podría llegar a caer, provocando lo que se conoce como prolapso uterino o desplazamiento de la matriz.

A lo largo de este artículo vamos a estudiar ese trastorno médico.

Y además de determinar qué significa esto para la mujer y los tratamientos existentes.

¿Qué es el prolapso genital o de órganos pélvicos?

Podemos definir el prolapso uterino como un fenómeno que se produce cuando se estiran los ligamentos del suelo pélvico; cuando esto ocurre, también se debilitan. El útero no estará igual de sostenido y empezará a caer sobre la zona vaginal.

Aunque si bien es cierto que este fenómeno podría darse en cualquier edad, es más habitual en mujeres que ya han alcanzado la menopausia y han tenido algunos partos vaginales.

Determinar las causas del prolapso uterino es complicado debido a que existen diferentes motivos que lo pueden producir.

Además, algunos de los síntomas que los revelan son muy similares a los de otros trastornos de suelo pélvico, algo que dificulta todavía más el diagnóstico.

Tipos de prolapsos que existen

Estos son los 4 tipos de prolapsos más comunes que se pueden presentar:

Crystotele o cystocele: en esta situación, la vejiga se asomará a través de la cara anterior de la pared de la vagina.

Rectocele (prolapso rectal): el recto irá desplazándose hacia la cara posterior de la zona vaginal.

Uterocele: el útero desciende a través del canal de la vagina.

Prolapso de la cúpula vaginal: se produce después de una histerectomía; debido a ella, la cúpula vaginal caerá por falta de soporte.

Sin embargo, el prolapso uterino también puede derivar en el prolapso de otros órganos pélvicos.

Y esto es algo que se considera una complicación y que requiere de un estudio pormenorizado de cada caso.

  • El prolapso anterior se produce debido a que el tejido conectivo que existe entre el techo de la vagina y la vejiga es débil. Podría producir que esta última sobresale de la vagina; es decir, prolapso vaginal o cistocele.
  • También podríamos estar hablando de un prolapso vaginal posterior cuando el tejido que conecta el recto y el suelo vaginal es débil, produciendo que el recto sobresale de la vagina. Uno de los problemas de esta complicación es que podría afectar a la defecación. También se le conoce como rectocele.

¿Cómo puedo saber si tengo un prolapso?

La manera de identificar si tienes un prolapso es identificar algunos posibles síntomas.

Sin embargo, la mayoría de las mujeres aseguran no experimentar ninguna molestia, por lo que su diagnóstico podría ser complicado en ciertos casos.

Dependiendo de si el prolapso uterino es más o menos graves, los síntomas estarán más marcados:

  •     Sensación de que se tiene un bulto en la zona genital.
  •     Molestias a la hora de caminar o de hacer deporte.
  •     Presencia de dolor en la parte baja de la espalda, en la zona sacro-lumbar.
  •     Dolor pélvico o localizado debajo del vientre.
  •     Presión en el vientre o sensación de pesadez que puede aliviarse prácticamente al tumbarnos.
  •     Náuseas.
  •     Estreñimiento y molestias a la hora de ir al baño.
  •     Problemas variados durante las relaciones sexuales (insatisfacción, dolor, incluso hasta pérdidas de orina y de heces).
  •     Diferentes trastornos urinarios, como aumento de la frecuencia de la micción, incontinencia, urgencia para ir al baño, ser incapaz de vaciar la vejiga al completo, etc.

¿SIGUES SUFRIENDO UN PROLAPSO DE ALGÚN TIPO? 

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En el caso de que se detecten algunos de estos síntomas, o cualquier otro anómalo, será imprescindible acudir al especialista para que este se encargue de:

  • Estudiar la situación
  • Hacer el diagnóstico adecuado
  • Recomendar un determinado tratamiento

¿Existe alguna prueba para detectar un prolapso genital?

No existe una prueba específica para detectar el prolapso genital, pero sí que existen algunas actuaciones que podrán ayudar al experto a detectar el problema.

La exploración física llevada a cabo por un médico especialista es la mejor manera de detectarlo.

Pedirá a la mujer que adopte una posición ginecológica para determinar si se ha producido un prolapso anal o vaginal.

El experto también puede recomendar ejercicios de valsalva o de presión abdominal (básicamente, hacer fuerza como si estuviéramos defecando y tensar los músculos como si se quisiera detener el flujo de orina) para detectar el prolapso.

En el caso de que existiese, estas actuaciones lo acentuarían, por lo que sería más fácil su detección.

Al mismo tiempo, mientras se hace la exploración es común que se compruebe si existe incontinencia urinaria.

También es habitual que se tenga que completar un cuestionario: con este recurso, el médico no solo podrá evaluar si existe un prolapso, sino que también podrá evaluar de qué forma está afectando a tu vida.

A través de esta información será más fácil recomendar un tratamiento.

¿Qué tratamiento debo realizar si se me diagnostica un prolapso?

Por lo general, aquellas mujeres que no tengan síntomas o que no experimenten molestias no necesitan de un tratamiento.

¿Qué tratamiento debo realizar si se me diagnostica un prolapso?

Pero si se experimentan, o si el prolapso se encuentra en un estado avanzado, será necesario empezar un tratamiento cuanto antes.

Estos son las 3 vías de actuación más habituales:

➡️ Ejercicios del suelo pélvico (o ejercicios de kegel):

Son ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos que rodean el ano y la vulva. Además de ayudar con el prolapso genital, también ayudan a evitar pérdidas de orina, gases, heces.

Fortalecen y mejoran el tono de los músculos del periné de la mujer, las relaciones sexuales, incluso hasta mejoran la autoestima, experimentándose una mejoría mental y física.

➡️ Pesario vaginal

Un pesario vaginal es un tipo de dispositivo que ha sido concebido para introducirse dentro de la vagina y sostener el prolapso.

También contribuye a desplazar el órgano para que se vaya colocando progresivamente en su posición original.

Dependiendo de cada situación, el pesario se puede adaptar.

Es fundamental recibir toda la atención médica sobre este dispositivo para así conocer su efectividad a la hora de solucionar el prolapso uterino.

➡️ Cirugía

Si estamos hablando de casos extremos, es posible que se tenga que recurrir a la cirugía.

El cirujano estudiará la situación para determinar cuál es la mejor actuación para volver a colocar los órganos caídos a su posición original.

También determinará cómo colocarlos para que los tejidos se fortalezcan y puedan mantenerse en su lugar.

¿Cómo puedo prevenir un prolapso uterino?

Aquí van cuatro consejos básicos que ayudan con la prevención de un prolapso:

1. Cuidado con el estreñimiento

El estreñimiento podría agravar la situación no solo provocando un prolapso, sino que también podría hacer posible algunas de las complicaciones de las que hemos hablado.

Para evitarlo, asegúrate de beber mucho líquido y de comer alimentos ricos en fibra (verduras, frutas, cereales integrales…).

2. Controla el aumento de peso

Acude al médico para conocer tu peso ideal y pídele consejo para bajar de peso si fuese necesario.

Estudia ponerte a dieta si te hace falta.

3. No levantes cosas pesadas

Evita levantar cosas pesadas. Si lo tienes que hacer, asegúrate de hacerlo de la forma correcta; emplea las piernas en lugar de la espalda o la cintura.

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4. Control de la tos

Si tiene tos crónica o bronquitis, busca tratamiento.

Ahora que ya conoces que es el prolapso uterino y cómo puede afectar a tu cuerpo, ponte en manos de profesionales para que puedan evaluar tu situación.

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