Quizás una de las aves más conocidas e identificables sean las palomas. Las palomas, compañeras habituales en calles, plazas, jardines y cornisas de nuestras ciudades, han gozado además de una “buena prensa” en el legado cultural de nuestras sociedades -que no han tenido otros animales- : paloma fue la que anunció a Noé la existencia de tierra firme, paloma es el símbolo de la paz, como paloma es representado el espíritu santo, Kiko Veneno canta a la Paloma Supermana, Paloma es la virgen más castiza de Madrid… Esta iconografía no ha dudado en presentárnosla como un ejemplar inmaculado, blanco radiante, que poco tiene que ver con la mayor parte de los individuos que nos encontramos habitualmente. A continuación vamos a dar unas breves pistas para identificar a las 5 especies de palomas (y tórtolas) que habitan la península Ibérica y que, fácilmente, podremos poner en práctica a diario ¿o animáis?

Las palomas son aves de tamaño mediano (entre 25 a 45 cm de longitud), de pecho redondeado y cabeza pequeña, con aleteos recortados y veloces. Como curiosidad hay que decir que son de las pocas especies de aves capaces de sorber directamente el agua del pico, sin necesidad de levantar la cabeza para que ésta caiga al coleto. Otro dato para el anecdotário es que son capaces de fabricar “leche de paloma”, una sustancia similar a la leche de los mamíferos fabricada en el buche para alimentar a los individuos jóvenes.

En la península Ibérica existen en estado silvestre 5 especies de las colúmbidas, la familia en la se engloban las palomas y las tórtolas. Además es posible encontrar especies domésticas, cimarronas, fruto de la cría y cruce desde antiguo de las palomas por el hombre.  Estas cinco especies son:

Paloma bravía (Columba livia). La más común de todas. Presente en todo tipo de ambientes, es la única especie que se da en terrenos sin arbolado. La mayor parte de las palomas cimarronas descienden de esta especie, siendo muy similares en tamaño, forma y aspecto –aunque las cimarronas pueden presentar plumajes muy diversos-, por lo que la mayor parte de las veces resulta casi imposible diferenciar unas de otras. De esta forma, resulta paradójico que aunque sea la especie más abundante, la hibridación ha puesto en peligro la pureza genética de sus poblaciones.

Identificación frente al resto de palomas: Presenta dos bandas oscuras en las alas muy visibles cuando está posada. Es la única especie que tiene el obispillo blanco. El dorso lo tiene un gris mucho más pálido que el resto.

Paloma zurita (Columba oenas).  Algo más pequeña que la bravía y mucho más tímida. Es una especie residente en la península Ibérica, que en invierno ve aumentar sus poblaciones con los contingentes del centro y norte de Europa.

Identificación respecto a las otras palomas: Dorso y alas de color gris azulado homogéneo (frente a la bravía, no tiene el par de manchas oscuras). Obispillo gris claro (no blanco). No presenta ninguna mancha blanca en su plumaje.

Paloma torcaz (Columba palumbus).La mayor de las palomas europeas (si exceptuamos a la paloma de Madeira), con hasta 43 cm de longitud desde el pico a la cola. Normalmente anida en árboles y está ligada a ambientes boscosos (su nombre en inglés es Wood Pigeon – Paloma de bosque-), aunque cada vez es más normal verla en jardines urbanos. Tiene un aleteo pontente y sonoro.

Identificación en relación a las otras palomas: Grande, con la cabeza más pequeña en comparación de su cuerpo y quizás más “pechugona”. Presenta una inconfundible mancha blanca en el cuello. En vuelo tiene una franja blanca transversal en las alas.

Tórtola turca (Streptopelia decaocto). Tórtola alargada, de cola larga y bastante pálida. Entra en la península Ibérica en los años 80-90, procedente de Asia-este de Europa, desde donde se ha hecho común en todo el continente.

Identificación. Aspecto más grácil que el de las palomas. Plumaje completamente pálido. Presenta un medio collar oscuro en el cuello. Prefiere ambientes más rurales. Emite un insistente arrullo de tres sílabas hu-huuuuu-hu.

Tórtola común (Streptopelia turtur). La especie de paloma menos urbana, menos confiada y menos abundante de todas. Sólo presente en época estival. Su paso migratorio es aprovechado por muchos insensatos para cazarlas masivamente. Sus poblaciones están mermando a niveles muy preocupantes.

Identificación respecto al resto: La más pequeña y esbelta de todas (25-27 cm de longitud). Las alas presentan una coloración anaranjada y negra, dando sensación de tener escamas.Tiene un medio collar de líneas blancas y negras. Tiene un vuelo un tanto espasmódico.

Bueno, creo que con esto será suficiente para que a partir de ahora, cuando veáis una paloma en las calles, jardines o campos, seáis capaces de decir de qué especie se trata. Si queréis saber más sobre aves, identificarlas y observarlas no dudéis en poneros en contacto con Siempre en Medio (contacta@siempreenmedio.org). Podemos prepararos rutas y charlas sencillas para la identificación de las especies más comunes.