Leyendas tamaulipecas: el venado enano

Yo ya tengo munchos años de trabajar aquí con su papá y su tío –nos contó  Juan Rivera, un vaquero que trabajaba en el rancho llamado Tanque de Flores, en el municipio de Burgos, Tamaulipas. Mire cómo le gusta la cacería a él. Usté bien sabe, sus amigos vienen y a mí me toca llevarlos a las brechas y en la noche a fanalear. Uno ya conoce bien el ojo del venao en la noche.

No, pa’ venaos hay munchos. Cuando uno no tiene qué comer porque la seca ‘tá dura, pos nomás se va pa’ la presa y ai seguro que mata un venao, y ya con eso pos ai mata uno l’hambre, ¿no? (Leyenda encontrada en un blog de Homero Adame.)

Pero fíjese bien lo que le voy a contar… Hay allá en el monte, rumbo a la sierra (de San Carlos), un venao enano, ansina de chaparro que es bien mañoso. Uno le tira un pelotazo (balazo) y nomás se mueve y hasta se oye que se ríe de uno. ¡Por Dios santito!

Y eso no me lo platicaron, yo lo vide con mis propios ojos. Una vez andábanos campiando unas vacas allá pa’ la sierra Chiquita (sierra de San Carlos) y pos era tiempo medio friíto; ‘taba el cielo todo encapotado. Y de repente que vemos un venao chaparrito que hasta créibanos qu’era una venadita y a esas hay que respetarlas, uno no las mata. Pero tenía un canastón (cornamenta) que ni pa’ qué le cuento. Como unas doce puntas de perdido; y punta gruesa, ansina de gruesa. Mire que yo nunca he visto una canasta igual. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)

Pero bueno, como uno siempre carga con el rifle, pos ¡bolas chingao! que le suelto un pelotazo, y el cabrón venao ni se movió. Y !pum¡, otro pelotazo y nomás se empezó a reír. L’oímos bien clarito. Le tiré un tercer tiro y nada, el venao cabrón nomás se dio la vuelta y se jue, rise y rise el muy méndigo.

Se m’hizo bien raro, pero mi compadre ‘taba risa y risa también, y me dijo que es porqu’era el venao enano que se aparece de vez en cuando. Quién sabe si será cierto, pero de que el cabrón venao se rió de mí, eso sí es cierto.

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El venado es un personaje muy popular en las mitologías de las tribus de Norteamérica; normalmente es un espíritu benefactor de género masculino, aunque en ocasiones puede ser femenino y se le atribuyen poderes mágicos.

Como parte del folklore, en estas regiones norestenses todavía se conservan algunas tradiciones antañas, como el uso de la piel de venado para manufacturar objetos de diversa índole. Antiguamente dichos objetos eran de orden ritual o servían como amuleto; en la actualidad son más bien decorativos.

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Nota: esta leyenda fue publicada en mi libro Mitos, cuentos y leyendas. Tradición oral de Nuevo León por Ediciones Castillo, en Monterrey, 1998.

Leyendas mexicanas de sirenas

Las sirenas en Miramar

(Leyenda de Ciudad Madero, Tamaulipas)

Aquí en toda la playa hay delfines que se acercan y un poco más lejos también hay toninas, que son más grandes que los delfines. Le cuento esto porque son peces muy nobles que ayudan a la gente en peligro. Por ponerle un ejemplo: si alguien se anda ahogando, esos pescados lo empujan a la orilla para salvarlo. Me consta, lo he visto. Otro ejemplo: si alguien anda nadando y por ahí vine un tiburón, las toninas o los delfines espantan al tiburón. Por cosas así aquí en la costera de Miramar, en la rotonda, hay un monumento de un delfín con una sirena. ¿Por qué? Déjeme le cuento…

Según los asegunes, hace muchísimos años cuando aquí no había más que chozas y enramadas de pescadores, una vez andaban los niños nadando y se vino una oleada fuerte y el mar se los empezó a llevar. Las mamás se dieron cuenta y no podían hacer nada porque los papás andaban en la pesca en sus lanchas. Se habrán puesto a rezar o lo que sea, pero se dio el milagro de que los niños llegaron a la orilla sanos y salvos. No se ahogó ninguno. ¿Qué sucedió? Uno podría pensar y lo más seguro es que los delfines o las toninas los salvaron, pero estos asegunes cuentan que fueron las sirenas las que salvaron a los niños trayéndolos a la orilla. Eso es lo que las mamás dijeron porque en su desesperación vieron a los pescados que parecían mujeres y que entre el oleaje ayudaron a los niños. Y por eso está el monumento de la sirena y el delfín porque es en recuerdo a esa vez que los niños se salvaron de morir ahogados aquí en la mera playa de Miramar.

Leyenda contada por Juan Calos Núñez, vendedor de artesanías en la playa de Miramar

La imagen, tomada del artículo Sirena en Wikipedia, es obra de John Collier. Que los enlaces sirvan de crédito a sus creadores.

El Chan – leyenda de San Miguel de Allende

Leyenda de el Chan

 

En el Charco del Ingenio, que es el jardín botánico,  dicen que se aparece el Chan, un animal que vive adentro del agua, y cuando alguien se asoma o cuando anda nadando por ahí, sale el Chan y le ofrece cosas de mucho valor y así es como lo atrae. Cuando la persona va a tomar esa cosa de valor el Chan lo agarra de las manos, así de los antebrazos, y lo jala hacia el centro del agua, hacia las profundidades y la persona nunca más vuelve a salir –cuenta Gloria Tovar, quien radica en San Miguel de Allende.

 

Eso es lo que nos platicaban cuando yo estaba chica y nos daba mucho miedo. Posiblemente son sólo leyendas para dar miedo y que los niños se porten bien, pero sí, antes se sabía mucho de gente que desapareció en la presa y vaya que no es muy profunda, pero desapareció y siempre se ha dicho que era el Chan el que se los había llevado.

Leyendas de pescadores: La serpiente en el agua

LA SERPIENTE ERGUIDA EN EL AGUA

(Leyenda de Tamaulipas)

Una fresca noche estábamos sentados en el jardín del rancho de don Evaristo platicando sobre Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, también llamada Kukulkán, entre los mayas, o Viracocha, su equivalente entre los incas. Luego de un largo silencio, don Evaristo dijo que una vez que fue a la presa Vicente Guerrero, en el antiguo pueblo de Padilla, Tamaulipas, un pescador le contó que en una ocasión andaba con unos compañeros en su lancha y para capturar pescados grandes se dirigieron al centro de la presa. En eso uno de sus compañeros exclamó: “¡Miren allá! ¡Hay una víbora de cascabel en el agua!”.

Obviamente se trataba de un evento muy extraño porque todo mundo sabe que las víboras de cascabel son terrestres. Sin embargo, luego de que los pescadores apagaron el motor para observar ese fenómeno, sin más ni más la víbora se irguió en el agua ¡hasta que quedó completamente vertical sobre su cola! Después de un rato, la víbora se dobló y se zambutió en el agua para desaparecer de la vista de esos pescadores. (Leyenda de Homero Adame.)

Cuando volvieron a sus casas le platicaron a medio mundo lo que habían visto, pero todos pensaron que era otra simple historia de pescadores, historia llena de fantasía. Sin embargo, un anciano pescador confesó que a él también le había tocado ver esa misma víbora poco después de que se inundó la presa en los años 70; y que la descripción era exactamente igual: una víbora de cascabel que se para sobre su cola en el medio de la presa…

Notas:

  1. Esta leyenda tomada del libro: Don Evaristo, el contador de historias, de Homero Adame. En impresión.
  2. La fotografía de la culebra viperina en el agua fue tomada del sitio de Internet Centro de Educación Ambiental “El Águila”. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.
  3. La pintura de las serpientes fue tomada del muro en Fb de Grazia Ardillo. El enlace es una manera de agradecimiento.
  4. Puedes leer esta misma leyenda en inglés siguiendo este enlace: The snake, legend from Tamaulipas.
  5. Si te interesa algo de la historia de Padilla, Tamaulipas, y la muerte del emperador Agustín de Iturbide, sigue este enlace: Agustín de Iturbide y la desaparición de Padilla.
  6. La fotografía de las ruinas del templo de San Antonio de Padua en Padilla, Tamps. es de Homero Adame.

Mitos y leyendas veracruzanas: La nauyaca

LA NAUYACA

(Leyenda de El Tajín, Veracruz)

Bueno, aquí también se habla de una gran serpiente que habitaba en la selva, entre las pirámides, en las milpas, en cualquier lugar despoblado y se dice que esa gran serpiente que es el espíritu de la nauyaca. La nauyaca en sí es una víbora muy peligrosa porque su mordedura causa la muerte inmediata, en menos de media hora. Entonces cuentan que en toda esta región que de repente aparece una víbora muy gruesa y larga que al hacer su silbido vibra el ambiente. Cuando ella sale es un presagio malo –dice Dimitrio García.

[…] Bueno, es un presagio malo porque el silbido anuncia que puede venir una tormenta, que alguien se va morir, que algo malo va pasar, pues. Dicen que poquito antes de la crisis (de 1995), se oía el silbido de la nauyaca por todas partes y la gente luego luego se asustó. Todos esperaban algo malo, no sé, un asesinato como el de Colosio, una guerra de los zapatistas, y nada… que se viene esa crisis que ora sí nos desgració a todos. Ya ve, ya pasaron más de seis años y seguimos igual de fregados. Entonces como el presagio era de una cosa muy grave, los que saben luego dijeron que por eso se oían los silbidos de la nauyaca por todas partes. (Blog de Homero Adame.)

[…] No, yo no la oí, ni tampoco he visto la serpiente grande. Pero sí conozco las nauyacas, son feas como ellas solas, nomás de verlas uno se asusta más que con una cascabel o una culebrita porque sabemos que la mordedura de la nauyaca es mortal.

Notas:

1. La foto de la nauyaca de árbol manchas amarillas (Bothriechis aurifer) fue tomada de la página de Internet Naturaleza curiosa. Que el enlace sirva como crédito y agradecimiento a sus creadores.

2. La ilustración de una enorme serpiente prehistórica fue tomada del blog Esencia 21. Que el enlace sirva de crédito y agradecimiento a su autor.