No solo de sol y mar vive una mujer en la playa. Que también. Ambos son sinónimo de placer extremo (el sol pone de buen humor y un baño en el mar puede resultar una de las experiencias más relajantes) y de buenas dosis de belleza (¿A quién no le favorece un bronceado ligero, comedido y sobre todo sano?) Pero hay más alternativas en la playa para abandonarse al placer y, ya de paso, ponerse guapa. Lo dice, por ejemplo, una de las grandes gurús del maquillaje, Bobbi Brown, que utilizaba la arena de la playa para exfoliar su piel de forma natural e, inspirada por esta idea, creó uno de sus exfoliantes más icónicos, Buffing Grains for Face. O María Baras, estilista de Pantene y directora de Cheska, que cuenta cómo siempre que va a la playa encierra la poderosa agua del mar –poderosa, sobre todo, para hacer ondas surferas y dar volumen al cabello– en pequeños botes que luego vaporiza, incluso, sobre modelos y celebs en producciones de moda.
Son solo dos ejemplos de cómo aprovechar las largas jornadas de sol y playa para cuidarse. Pero hay bastantes más que recomendamos con devoción. A saber: caminar dentro del mar para tonificar abdominales, piernas y glúteos –“Hazlo también con movimientos de brazos como si remaras”, nos recomienda Rafael Vicetto, de Fisioterapia Vicetto–; dar paseos sobre la arena húmeda para rematar una pedi improvisada y mejorar la circulación linfática; alargar los baños en el mar para potenciar su efecto antiaging y detox…Y correr junto al mar porque, tal y como nos cuenta Luis Javier González, de easyrunning.es, "el aire en la playa es rico en iones negativos, unas partículas cargadas energéticamente que tienen un efecto beneficioso sobre el organismo: relajan y favorecen la producción de serotonina, un neurotransmisor cerebral cuya liberación produce sensación de bienestar". A continuación,la guía más completa para cuidarse junto al mar. Be natural!
